"Es en sí misma el ser y su descendencia, su propio padre y quien le hereda. Es su
nodriza y su discípula.
En verdad es el Fénix, es Él, pero no el mismo que fue. Es el que ha alcanzado la vida
eterna por la muerte eterna..."
LACTANCIO (240 d.C.-320 d.C.), Poema del Ave Fénix
"EL FÉNIX, ave fabulosa, fruto de la imaginación de los sacerdotes egipcios, se parece al pavo por su tamaño; tiene sobre su cabeza un penacho o un moño, las plumas del cuello doradas, la cola blanca con manchas carmíneas y los ojos rutilantes como estrellas.
Cuando ve que su muerte está próxima, se construye un nido con maderas impregnadas de resina y gomas aromáticas; se expone a los rayos del sol, se tiende y así muere. Del tuétano de sus huesos nace un gusano que engendra otro fénix, joven, radiante, cuyo primer cuidado es tributar a su padre los honores de la sepultura. Este pájaro se deja ver sólamente una vez cada cinco siglos, ya en una región ya en otra, pero sobre todo en Heliópolis, ciudad de Egipto.
Fue visto por última vez el año 330, cuando Bizancio tomó el nombre de Constantinopla, y de este hecho dedujeron, para los destinos de la ciudad, favorables augurios.
El ave fénix simbolizaba entre los paganos la castidad y la templanza, y entre los cristianos, la resurrección."
FUENTES:
- HUMBERT, JUAN: Mitología griega y romana. Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1958.
https://es.wikipedia.org/wiki/F%C3%A9nix
n.r.p.