"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

martes, 18 de noviembre de 2014

PÁRRAFOS ESCOGIDOS (V): “LA LLUVIA AMARILLA”, DE JULIO LLAMAZARES.-





El infierno está todo en esta palabra: soledad.
Victor Hugo.




Ainielle existe. Está en Huesca. Y, desde que Julio Llamazares publicó su novela “La lluvia amarilla”, allá por 1988, Ainielle es, quizás, uno de los pueblos abandonados más famosos de España. Forma parte ya de esos lugares, reales o ficticios, encumbrados por las grandes Letras. Estamos ante una novela muy triste (y bella, a la vez) cuyas palabras, de una poderosa profundidad, describen con brillantez y suma elegancia la enorme soledad de sus personajes.
He aquí un breve extracto:




“Como si el viejo río de los días se hubiera detenido bajo el hielo convirtiendo mi vida en un interminable e inmenso invierno. Ahora miro hacia atrás buscando aquellas tardes, remuevo en mi memoria las hojas del silencio y encuentro solamente un bosque sepultado, deshecho por la niebla, y un pueblo abandonado por el que cruzan los recuerdos como espinos arrastrados por el viento”.
 Julio Llamazares. La lluvia amarilla.

























































Noelia Rodríguez Padilla.-

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LIBROS (V): "84, CHARING CROSS ROAD", DE HELEN HANFF...Y LA LIBRERÍA MARKS AND CO. DE LONDRES.-



Porque ambos son autores...
Para cualquier aficionado a los libros, estamos ante una obra interesante. Para cualquier bibliófilo, estamos ante una obra sencilla pero imprescindible.
No estamos ante una obra literaria “trabajada”, sino sólo ante una obra literaria (literatura epistolar) constituida, simplemente,  por una sucesión de cartas,  la correspondencia mantenida  durante más de 20 años entre la escritora americana Helen Haff ( 1916-1997), una "escritora pobre amante de los libros antiguos", y la librería londinense “Marks and Co.”, situada en la dirección que da título a la obra, número 84 de la calle Charing Cross Road. Para Hanff, fue una auténtica sorpresa su publicación. Desde luego, es un diálogo muy interesante para los aficionados a los buenos libros.
Lo más curioso de toda ella es -quizás-  ver cómo, en plenos años de la postguerra (Segunda Guerra Mundial), el comercio a distancia entre los protagonistas funcionaba tan bien. Los paquetes de libros y el dinero para pagarlos cruzaban el charco continuamente y tan sólo tardaban en llegar dos semanas, como mucho. Los pedidos epistolares entre ambas partes no tenían nada que envidiar a los pedidos on line que hoy día realizamos con el comercio electrónico, a través de Internet. La propia Helen, buscando su propia comodidad, en una de sus cartas a la librería londinense escribe (desde su apartamento en Nueva York) lo siguiente: 

"¿Tendría ustedes por casualidad partituras  de música vocal encuadernadas? Por ejemplo, la del Mesías de Haendel, o La Pasión según San Mateo de Bach? Probablemente podrías conseguirlas aquí, en Schirmer's, pero su tienda está a cincuenta gélidas manzanas de mi casa y he pensado que podría pedírselas primero a ustedes."

Y es que nada cambia, excepto la tecnología…


Descargar en pdf : 84, CHARING CROSS ROAD















Como todas las obras literarias de éxito, fue llevada al cine:














Y, a fecha de hoy, ya fallecidos los protagonistas y desaparecida la librería, ¿qué hay en ese lugar?


EL 84 DE LA CHARING CROSS ROAD.


http://www.84charingcrossroad.co.uk/hist2.html


Un restaurante de comida belga, el "LEON DE BRUXELLES".



Noelia Rguez. Padilla.-


















Noelia Rguez. Padilla.-




viernes, 10 de octubre de 2014

PÀRRAFOS ESCOGIDOS (IV): ”MENDEL, EL DE LOS LIBROS“, DE STEFAN ZWEIG:



"Los libros sólo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia:la fugacidad y el olvido".
Stefan Zweig. Mendel, el de los libros.



Estamos ante uno de los mejores relatos de Stefan Zweig, unos de los grandes escritores del siglo XX. Este relato, Mendel el de los libros, constituye, en tan sólo 46 páginas,  todo un homenaje a los amantes de los libros, a los bibliófilos empedernidos, a todas aquellas personas para las que, sin duda, los libros son joyas de papel.
 Este relato tiene un final muy triste y llamativo: el protagonista, Jakob Mendel es un vendedor ambulante de libros que, al no tener licencia para establecer una librería propia, fija su lugar de trabajo en una mesa de un café de Viena, Café Gluck. Allí conocerá a la señora Sporschil, que trabaja como limpiadora del local. Jakob Mendel, tan ensimismado en su mundo de libros que no atiende a ninguna otra realidad, verá cómo ese mundo, de un día para otro, será destruído, incomprensible e injustamente para él (tan ensimismado está en su mundo que no llegará a comprender el peligro de su correspondencia a países enemigos, ni tan siquiera sabe que están en plena guerra mundial) y ya no volverá a ser el mismo. Tras su muerte, por una pulmonía avanzada, será la señora Sporschil, mujer sin estudios ninguno, la única que mantendrá, en sus recuerdos, viva la memoria del librero, siendo ella la poseedora de su único legado, un libro que se dejó olvidado Mendel en la mesa del Café Gluck, antes de morir, el tomo II de la Bibliotheca Germanorum erotica et curiosa, de Hayn.




"¿Para què vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se està llevando nuestras ùltimas huellas?".Stefan   Zweig  (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942). Mendel, el de los libros. Editorial Acantilado.
Descargar  "MENDEL  EL  DE  LOS  LIBROS", EN PDF:MENDEL, EL DE LOS LIBROS, EN PDF




lunes, 6 de octubre de 2014

PÁRRAFOS ESCOGIDOS (III): "SALA DE ESPERA", DE JOSE LUIS SAMPEDRO. LA ESPECIE HUMANA.


"Mucho después supe lo que estuve entonces viviendo sin saberlo: que el río de la vida no se interrumpe nunca, ni cuando parece sumirse en un remanso. Continúa fluyendo, pero fondo abajo, hacia lo profundo, haciéndose más verdad, puro río sin riberas".
Jose L. Sampedro (1917-2013). Sala de Espera.


Recien terminado de leer el libro póstumo de Jose L. Sampedro, publicado tras su muerte por su compañera vital Olga Lucas (el "Río Olga"): LA SALA DE ESPERA (PLAZA Y JANÉS, 2014, 183 páginas). Sus reflexiones personales, vertidas en esta obra, a modo de memorias acerca de su vida, de su "río vital", y de la sociedad que le tocó vivir, se nos quedan cortas. Me he quedado con ganas de leer más acerca de las impresiones vitales de este genial ser humano que era J.L.Sampedro. Este libro daba para mucho más, por su gran interés. Seguramente, al "Río Jose Luís" , la llegada al final del trayecto, el Mar, le llegó antes de lo que esperaba y le sorprendió en la mitad de su redacción...



"Anochece. Sobre los troncos encendidos un camarero apila dos brazadas de sarmientos secos, que en el acto arden restallantes como alambres de cobre el rojo. Las llamas se reavivan, infinitas chispas suben con el humo o escapan de la fogata en parabólicos saltos, cayendo en las losas del hogar. Es el Cosmos en miniatura: el gran hueco de la campana de piedra acogiendo la energía en combustión, encendiendo los troncos, creando ascuas como rubíes, antorchas, brasas, carbones, cenizas y una pirotecnia de chispas liberadas. Los innumerables componentes del mundo: cordilleras y océanos, árboles y máquinas, hombre y bacterias. El hombre que escribe estas líneas es, sencillamente, una de esas chispas, ya en su ocaso. "El puesto del hombre en el cosmos", se titulaba un libro de mi tiempo. Y eso somos: un momentáneo corpúsculo, material biodegradable para el perpetuo reciclado. Un infinitésimo de energía, en fin. Pero hablante.
Esa visión de la especie humana no es la que me inocularon en la escuela y me reiteraron después. El hombre es presentado como un ser excepcional y superior a todo lo demás, porque Dios creador insufló un alma inmortal, y sólo a él y a esa especie, entre todo lo existente. Por eso el privilegiado ser se siente dueño del mundo y protagonista de la realidad. Mi aprendizaje de la vida me hace imposible creer esa versión."


J. L. Sampedro. Sala de Espera. Plaza y Janés, 2014.



















jueves, 18 de septiembre de 2014

GIORDANO BRUNO TENÍA RAZÓN: EL UNIVERSO ES INFINITO.


"A la proporción, semejanza, unión e identidad del infinito no te acercas más siendo hombre que siendo hormiga".
Giordano Bruno.





Dijo una vez Horacio, gran poeta latino, defensor de la  "áurea medianía» («aurea mediocritas») como estado ideal para encontrar la felicidad, que el tiempo saca a la luz todo lo que está oculto y, del mismo modo, encubre y esconde lo que ahora brilla con el más grande esplendor. La verdad es hija del tiempo.

Hace muy pocos días, la revista científica NATURE, una de las grandes en este campo, ha publicado la noticia de que un equipo de astrónomos de la Universidad de Hawaii (lugar especialmente dotado para la observación astrónomica, el Observatorio de Mauna Kea- situado sobre un volcán inactivo - es el más elevado de nuestro planeta, a 4200 metros de altura) ha descubierto que la Vía Láctea, nuestra galaxia, forma parte de un enorme enjambre de cientos de miles de galaxias que se dirigen hacia una región del espacio que las atrae con su portentosa gravedad. El súpercúmulo de galaxias, que sus descubridores presentan en la revista Nature, mide 500 millones de años luz de diámetro y contiene una masa de 100.000 billones de soles. Lo han llamado LANIAKEA, que significa “cielo inmenso” en lengua hawaiana. Su tamaño resulta difícil de concebir a escala humana. La propia Vía Láctea, con sus 200.000 millones de estrellas y sus 100.000 años luz de diámetro, ya es de por sí inmensa en comparación con nuestro pequeño sistema solar. Y es poco más que un grano de arena entre las 100.000 grandes galaxias, y un número mucho mayor de galaxias menores, de Laniakea. Pero Laniakea es a su vez diminuta en comparación con el conjunto del Universo. “Cabrían 6 millones de Laniakeas en el interior del Universo observable”, ha dicho Brent Tully, astrónomo de la Universidad de Hawaii (EE.UU.) y director de la investigación. Otra manera de expresarlo, añade Tully, es que, por cada una de las grandes galaxias de Laniakea, hay 50.000 grandes galaxias en el resto del Universo...

Hasta hace poco más de un siglo, se pensaba que la Vía Láctea era la única galaxia existente. Era "nuestro universo-isla" como la llamaban los astrónomos que defendían esa hipótesis. Así fue hasta que un descubrimiento nuevo lo cambió todo (Carl Sagan decía que la esencia de la Ciencia es que se autocorrige) y ese descubrimiento se produjo en 1924, en uno de los más potentes telescopios de la época, el del Monte Wilson, en Los Ángeles, EE.UU. Y fue de la mano de un joven jurista que decidió dejar de ejercer la abogacía, eligiendo su verdadera vocación, la Astronomía. Era Edwin Hubble. Sus primeros trabajos en ese Observatorio se centraron en el estudio de las nebulosas. Por entonces, la forma y el tamaño de éstas se conocían razonablemente bien, pero se pensaba que todas formaban parte de nuestra galaxia. Estaba claro que algunas nebulosas se encontraban en la galaxia y que, básicamente, eran gas iluminado por estrellas en su interior. En 1924 Hubble tuvo éxito al distinguir estrellas en la Nebulosa de Andrómeda. Usando la ley del periodo-luminosidad de Leavitt, pudo llegar a estimar su distancia, que calculó en 800 000 años luz, ocho veces más lejos que las estrellas más remotas conocidas (más tarde resultaría infravalorada). En los años siguientes, repitió su éxito con nebulosa tras nebulosa dejando claro que la galaxia era una entre toda una hueste de "micro universos aislados"...

Esta teoría, la de la infinitud del Universo, ya fue defendida (hasta la muerte) por un dominico nacido en Nola (Nápoles) en el s. XVI, Filippo Bruno, GIORDANO BRUNO. En la Orden de los Dominicos, se dedicó al estudio de la filosofía de Aristóteles y de la teología de Santo Tomás de Aquino. Cuenta nuestro admirado Carl Sagan en su obra Cosmos, refiriéndose a la figura de Giordano Bruno, que fue "la primera persona que afirmó explícitamente la idea de un gran número -de hecho, un número infinito- de otros mundos en órbita alrededor de otros soles". Giordano Bruno expresó en escritos y conferencias sus ideas científicas acerca de la pluralidad de los mundos y sistemas solares, el heliocentrismo, la infinitud del espacio y el Universo y el movimiento de los astros. Todo ello escandalizó a la cristiandad de la época, aunque fueron sus teorías teológicas las que le traerán una persecución en su contra por parte de la Iglesia católica y la Inquisición. Su mecenas y protector, Giovanni Mocenigo,noble veneciano, denunció el  21 de mayo de 1591,a G. Bruno ante la Inquisición, por "no estar satisfecho de la enseñanza y molestado por los discursos heréticos de su huésped". Estuvo en la cárcel durante ocho años mientras se disponía el juicio –bajo el tribunal de Venecia–, en el que se le adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad, principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del universo. Durante la ocupación napoleónica se perdieron la mayoría de los folios de ese juicio. El proceso fue dirigido por Roberto Belarmino, quien posteriormente llevaría el similar proceso contra Galileo. En 1599 se expusieron los cargos en contra de Bruno. Las múltiples ofertas de retractación fueron desestimadas. Finalmente, sin que se tenga conocimiento del motivo, Giordano Bruno decidió reafirmarse en sus ideas y el 20 de enero de 1600 el papa Clemente VIII ordenó que fuera llevado ante las autoridades seculares. El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado. Es famosa la frase que dirigió a sus jueces: «Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla».Fue excomulgado y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública.
Durante todo el proceso fue acompañado por monjes católicos. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para que lo besara, pero Bruno lo rechazó y dijo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso. Los cargos contra Bruno fueron:


    Tener opiniones en contra de la fe católica y hablar en contra de ella y sus ministros.
    Tener opiniones contrarias a la fe católica sobre la Trinidad, la divinidad de Cristo y la encarnación.
    Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a Jesús como Cristo.
    Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la virginidad de María, la madre de Jesús.
    Tener opiniones contrarias a la fe católica en relación a la transubstanciación y la misa.
    Decir que existen múltiples mundos.
    Tener opiniones favorables de la transmigración del espíritu en otros seres humanos después de la muerte.
    Brujerías.

Giordano Bruno, tras una condena de más de 8 años, fue quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, en Roma...

Cuatrocientos catorce años después de esta salvajada, la Comunidad científica viene a reafirmar las teorías de Giordano Bruno acerca de la infinitud de nuestro Universo. El nolano tenía razón: el Universo es Infinito.


Noelia Rodríguez Padilla.-





http://www.ifa.hawaii.edu/~tully/
































lunes, 18 de agosto de 2014

POEMAS (I): "VIDA", de José Hierro Real: DESPUÉS DE TANTO, TODO PARA NADA.


Poesía de uno de nuestros mejores poetas, seguramente escrita en uno de los cafés que frecuentaba (a José Hierro no le gustaba escribir en su casa). Poema epílogo de su  libro “Cuaderno de Nueva York” (1998). Dedicada a su nieta Paula Romero Hierro:





Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.




















 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/03/actualidad/1333475745_560489.htmlhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/04/03/actualidad/1333475745_560489.html




Su nieta Paula (a la izquierda de la foto, de rojo):





 Noelia Rodríguez Padilla.



jueves, 7 de agosto de 2014

PÁRRAFOS ESCOGIDOS (II): "EPITAFIO A UN PERRO", POR LORD BYRON:

El poeta inglés George Gordon Byron, Lord Byron,  tuvo un perro de raza terranova, de nombre Boatswain (Contramaestre), a quien crió desde cachorro. Por él se arrojó al agua cuando el capitán de un barco se negó a detener la embarcación para rescatarlo tras haber caído al mar y, cuando murió por la rabia a los 5 años, lo cuidó cariñosamente sin miedo al contagio ni a la ferocidad involuntaria de su amigo. Cuando murió, erigió en su mansión de Newstead Abbey el siguiente epitafio:


“Near this Spot are deposites the Remains of one who possessed Beauty without Vanity, Strength without Insolence, Courage without Ferosity, and all the virtudes of Man without his Vices.
This praise, wich would be unmeaning Flattery if inscribes over human Ashes, is but a just tribute to the Memory of BOATSWAIN, a DOG, who was born in Newfoundland May 1803 and died at Newstead Nov 18 1808.

When some proud Son of Man returns to Earth. Unknown to GLORY but upheld by Birth. The sculptor’s art exaust the pomo of loe. And storied urna récord who tests below: When all is done, upon the Tomb is seen. Not what he was, but what he should have been. But the poor Dog, in life the firmest friend. The first to welcome, foremost to defend. Whose honest heart is still his Masters own. Who labours, fights, lives, breathes for him alone. Unhonour'd falls, unnotic'd all his worth. Deny'd in heaven the Soul he held on earth: While man, vain insect! hopes to be forgiven. And claims himself a sole exclusive heaven. Oh, man! thou feeble tenant of an hour. Debas'd by slavery, or corrupt by power. Who knows thee well, must quit thee with disgut. Degraded mass of animated dust!
Thy love is lust, thy friendship all a cheat. Thy tongue hypocrisy, thy heart deceit.
By nature vile, ennobled but by name.
Each kindred brute might bid thee blush for shame. Ye! who behold perchance this simple urn.
Pass on, it honours none you wish to mourn.
To mark a friend's remains these stones arise
I never knew but one- and here he lies."


...................................


“Aquí yacen los restos de alguien que poseyó belleza sin vanidad, fuerza sin insolencia, coraje sin ferocidad y todas las virtudes del hombre sin sus vicios. Este elogio, que sería adulación inmerecida si estuviera inscrito sobre cenizas humanas, no es más que un justo tributo a la memoria de BOATSWAIN, un PERRO que nació en Terranova en mayo de 1803 y murió en Newstead el 18 de noviembre de 1808.

Cuando algún orgulloso hijo de la raza humana retorna a la tierra, desconocido para la Gloria pero ayudado por su Nacimiento, el arte del escultor agota las pompas del dolor y urnas llenas de hechos registran el nombre de quien yace debajo. Encima de la tumba se ve no quien fue sino quién debió ser.

Pero cuando el pobre perro, en vida el amigo más fiel, el primero en dar la bienvenida, el primero en defender, cuyo honesto corazón es propiedad de su dueño, que trabaja, pelea, vive, respira sólo por él, cae sin honores, desconocidos sus méritos, el alma que poseyó en la Tierra le es negada en el Paraíso. Mientras el hombre, vil insecto, espera ser perdonado y reclama para sí un Paraíso exclusivo
Hombre, miserable inquilino de nuestro mundo, degradado por la esclavitud o corrompido por el poder, quien te conoce bien debe evitarte con desagrado, masa envilecida de polvo animado. Tu amor es lujuria, tu amistad trampa, tu lengua hipocresía, tu corazón engaño, vil por naturaleza, ennoblecido sólo por el nombre, cualquier bestia gentil puede hacerte sonrojar por la vergüenza.


Tú, a quien el azar ha traído ante esta simple urna, sigue de largo, ella no se levanta en honor de nadie a quien quieras llorar. Estas piedras se levantan para señalar los restos de un amigo; sólo uno conocí y aquí yace.”



...................................























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DEDICADO A MIS PERROS: "WILLY", "LUNA" ("TAIS") Y "VOLVORETA".







Noelia Rodríguez Padilla.-










sábado, 21 de junio de 2014

PÁRRAFOS ESCOGIDOS (I): “EL BOSQUE ANIMADO”, DE WENCESLAO FERNÁNDEZ FLÓREZ. ULTÍLOGO:




“Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó  su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito”.


El Bosque Animado. Colección Austral nº 1356. Espasa-Calpe, 1965.
















N.R.P.

lunes, 16 de junio de 2014

LIBROS (IV): Manual para vividores: “El arte de pagar sus deudas y de satisfacer a sus acreedores sin gastar un céntimo en diez lecciones”, de Honoré de Balzac.-



"El secreto de las grandes fortunas es un crimen olvidado efectuado con limpieza. La ley no castiga a los ladrones sino cuando roban mal."
Honoré de Balzac.


El otro día, buceando por el extenso catálogo de la librería on line de La Casa del Libro (http://www.casadellibro.com/libro-el-arte-de-pagar-sus-deudas-sin-gastar-un-centimo-3-ed/9788415177852/2127905) , buscando obras de Honoré de Balzac, encontré esta pequeña y desconocida joya literaria (al menos para mí): EL ARTE DE PAGAR SUS DEUDAS SIN GASTAR UN CÉNTIMO, que también lleva como subtítulo el siguiente:  Manual de Derecho Comercial para uso de gente arruinada, deudores, desempleados y demás consumidores sin dinero .





Y digo “joya literaria” porque es un libro interesante, bien escrito, muy ingenioso y con muchísima gracia, al que no le sobran páginas 158 páginas en su edición de 2013 por la Editorial sevillana “Espuela de Plata”, y cuyo mensaje, 186 años después, tiene la misma vigencia que cuando vio la luz por vez primera, en 1827, en una de las imprentas propiedad de Balzac, en la época de sus continuos y malogrados negocios editoriales, que por mala fortuna le llevarían a un endeudamiento extremo. A Balzac (cuyo verdadero apellido era “Balssa” –mucho menos aristocrático-) le gustaba historiar y testimoniar mediante la ficción. La gran protagonista de su extensa obra fue la sociedad que él vivió, la sociedad francesa del siglo XIX, tal como él mismo dijo: “El protagonista de mi obra es la sociedad francesa y yo no actúo sino como secretario”. De ello dio más que sobrada fe en su monumental “La Comedia Humana” (constituida por más de 90 obras, novelas y ensayos, algunas inacabadas –Balzac murió con 51 años-), cuyo título lo eligió pensando en la “Divina Comedia”, de Dante Alighieri, al ser Balzac un escritor realista, en contraposición con Dante.
Esta pequeña obra no fue incluida en las obras completas de Balzac y, seguramente por ello, pasó más desapercibida, casi como una obra anónima. Puede que a algún editor posterior le pareciese una obra “inmoral” (si es que se puede decir que hay libros así, en contra de lo defendido por Oscar Wilde en “Pluma, Lápiz y Veneno”), dado el tema de que trata, dar “esquinazo” a los acreedores.
El narrador de esta exquisita obra nos dice que el libro se basa en las reflexiones de su tío, el barón de l'Empésé, quien antes de su muerte decidió convocar a todos sus acreedores (doscientos veintidós, en total) para comunicarles que antes de cometer la bajeza de pagarles sólo el diez por ciento de sus deudas prefería no darles ni un duro.
El libro contiene 17 aforismos (“mientras más deudas se tienen, más crédito se tiene; mientras menos acreedores se tienen, menos ayuda se puede esperar”; “contraer deudas con gente que no tiene lo suficiente implica incrementar la confusión de la sociedad, la proliferación de la desdicha. En cambio, deberle dinero a gente que lo tiene en demasía, significa todo lo contrario. Crear un equilibrio para la miseria, hacer una contribución a la nivelación social”) y 10 lecciones (“De las deudas”; “Sobre la amortización de las deudas”; “Sobre los acreedores”; “Sobre los deudores”; “Características necesarias a saber para el que gasta plata” – entre éstas, el tener aplomo, una salud de hierro, pies ligeros-; “En general” –elección de la vivienda lejos de los acreedores, llevarse bien con el portero, instalar en la cerradura una máquina electrificadora, etc.-; “Modo de vivir” –comprar siempre a los proveedores más ricos-; “Del secuestro corporal” –encarcelamiento por deudas, cuya manutención en la cárcel la tenía que pagar el acreedor -; “Sobre los alguaciles”; “La Prisión de Sainte-Pélagie”).
El libro está ilustrado por el dibujante francés Honoré Daumier, contemporáneo de Balzac:



Un retrato menos conocido de Honoré de Balzac, de joven:





Noelia Rodríguez Padilla.

LIBROS (III): La verdad sobre “La verdad del caso Harry Quebert”, de Jöel Dicker.-




“Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar”.
Harry Quebert. “La verdad sobre el caso Harry Quebert”.



Hacía semanas que deseaba comprar un ejemplar de este libro, tras leer la página entera que el diario El País dedicó a su autor, el escritor suizo de 28 años de edad, Joël Dicker, el pasado 19 de Junio (http://cultura.elpais.com/cultura/2013/06/19/actualidad/1371638967_342627.html), donde se decía, entre otros elogios, que su autor ha sido “aplaudido por la crítica literaria francesa, con pocas excepciones (el diario Le Monde); ganador del premio de novela de la Academia Francesa; del que otorga la prestigiosa revista Lire, y a un voto de llevarse el Goncourt, Dicker ha conquistado a los jóvenes, que eligieron su libro como el preferido entre los diez finalistas del Goncourt el año pasado.






Desde entonces ha experimentado el asedio de los editores europeos, que han visto en su novela La verdad sobre el caso Harry Quebert una convincente sucesora de Millenium (…)”.





Hace dos semanas, en la sección de libros de Carrefour Planet, vi que quedaba un ejemplar de esta novela, al precio de 22 euros. Lo compré, pensando que sin duda debía tratarse de una excelente novela, pues las críticas publicadas no indicaban, para nada, lo contrario. La he leído en una semana. Acabo de terminar sus largas 664 páginas hoy y me he decidido a escribir este comentario crítico acerca de ella.
Al tener el libro entre las manos, lo primero que llama la atención es lo que los editores denominan la “faja” del libro (tira de papel que rodea el libro y que sirve de reclamo, por ejemplo, indicando el número de ejemplares vendidos, la edición del libro, etc.) y que suelen llevarla sólo los libros de gran éxito editorial. “La verdad sobre el caso Harry Quebert” viene con una “faja” de color amarillo anaranjado, donde en letra negrita se nos advierte de lo siguiente:

         2ª EDICIÓN EN UNA SEMANA

El MAYOR FENÓMENO EDITORIAL DE LOS ÚLTIMOS AÑOS: un joven suizo de 27 años con un thriller monumental.
Literariamente adictivo.
Número 1 de ventas en Francia.

* Más de 750.000 ejemplares vendidos.
* Derechos de traducción vendidos a 33 idiomas.
* Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa.

En las solapas del libro nos encontramos con más críticas acerca de esta obra, todas ellas más que elogiosas:

La crítica ha dicho:

«El furor despertado por el jovencísimo Dicker y su magistral novela es un furor real, porque estamos ante el gran thriller que todo el mundo esperaba desde Millenium de Larsson, ante una voz napoleónica, que no escribe, boxea… Una novela que no es una novela, es una batalla. Como todo gran libro que se precie.»
Laura Fernández, El Cultural de El Mundo

«Llega el fenómeno Dicker... El sucesor de Stieg Larsson y E. L. James... Entretenimiento en vena... Un “vuelapáginas” que será la novela del verano... Terriblemente adictivo.»
Antonio Lozano, La Vanguardia

«Hay algo fantástico en la precisión cinematográfica con que el narrador, el joven Markus Goldman, transcribe lo que ocurrió hace 33 años… En La verdad sobre el caso Harry Quebert se cruzan como mínimo, cuatro novelas distintas y distintas verdades sucesivas… La novela de Joël Dicker pertenece a ese tipo de literatura que genera literatura, es decir, que invita a continuar inventando novelas. Su simplicidad, sencillez o facilidad es sólo aparente, y de eso se trata el caso Quebert: de la costumbre humana de simular, fingir y mentir.»
Justo Navarro, Babelia (portada, «Fenómeno planetario»)

«Esta novela se aplaudirá y estudiará en los talleres de escritura. Un thriller modélico, con la solvencia de Larsson… Lea este libro.»
Enrique de Hériz, El Periódico de Catalunya

«Chapeau al joven suizo que escribió la primera novela ilustrada sin ilustraciones y la hizo totalmente interactiva. Y, además, funciona de una manera clásica, analógica, sólo con la memoria.»
Sandro Veronesi, El Mundo

«Nunca me habían recomendado tanto un libro... El magnetismo de la intriga es el elemento que prevalece... Un compendio de resonancias que pasan por las series Twin Peaks y El caso de la escalera, John Grisham, Psicosis y El exorcista, el New Hampshire de John Irving...»
Sergi Pàmies, La Vanguardia

«Un thriller magnífico que no puedes dejar de leer. Lleno de sorpresas narrativas y de grandes personajes. Un page turner con literatura. Creo que va a ser un gran éxito de ventas y que abre caminos.»
Agustín Díaz Yanes

«Es muy poco frecuente, pero cuando sucede es absolutamente excitante. Joven o viejo, lector exigente o fácil de contentar, mujer u hombre, leerá sin interrupción, hasta la última página, la novela de Joël Dicker. Saldrá de ella agotado y exultante por el chorro continuo de adrenalina literaria que el autor no ha cesado de inyectar en sus venas...»
Marc Fumaroli (de la Academia Francesa), Le Figaro Littéraire

«Si usted mete las narices en esta gran novela, está perdido: tendrá que seguir hasta el final. Se sentirá manipulado, desorientado, asombrado, irritado y apasionado por una historia con muchas sorpresas y falsas pistas. Y se dirá que sólo un americano puede ser capaz de escribir un thriller tan eficaz, tan aventurero, tan loco...»
Bernard Pivot (de la Academia Goncourt), Le Journal du Dimanche

«Todo el mundo hablaba del libro. Ésta es la primera frase de La verdad sobre el caso Harry Quebert: una profecía autocumplida, pues el libro de Joël Dicker ya se ha transformado en un fenómeno mundial.»
Le Monde

«¡Qué libro! Salimos K.O… El autor nos reserva un último golpe completamente inesperado y absolutamente genial… Una obra de ficción excepcional que se devora de un trago. Un libro inmenso.»
Die Warte

«Los grandes críticos franceses han alabado esta novela río, escrita por un extranjero, que la gente lee con pasión en el metro y el autobús.»
Il Corriere della Sera

«El ruido en redes sociales acerca del “Millenium suizo” anticipa el próximo fenómeno global.»
Publishing Perspectives

«La sorpresa de la rentrée, el libro que no podemos soltar después de horas de lectura cautivante... Recuerda a Philip Roth, a Jonathan Franzen o a Woody Allen.»
Marie-Françoise Leclère, Le Point

«Adictos a Dicker… Una maravilla de trama, con giros, asesinatos, falsos culpables y verdaderos destinos. Esta novela será su perdición... y su felicidad... Una vez comenzada, imposible soltarla.»
Philippe Trétiack, Elle

«El suizo Joël Dicker ha montado su libro como un mecanismo de relojería. ¡Qué historia!... El relato está sembrado de los consejos de Quebert a Marcus Goldman sobre cómo escribir una buena novela. “Un buen libro, Marcus, es aquel que lamentamos haber terminado”. Totalmente cierto en lo que respecta a éste.»
André Rollin, Le Canard Enchaîné


Hacía tiempo que no veía impresas, en las solapas de una novela, críticas tan positivas acerca de ella. Realmente, la mercadotecnia alrededor de esta novela es impresionante, al igual que en otras obras literarias con el mismo tirón de ejemplares y similar historia de intriga y crímenes de fondo (“El Código Da Vinci”, de Dan Brown, o “Los hombres que no amaban a las mujeres” – primera parte de la trilogía literaria “Millennium”, del fallecido Stieg Larsson, por citar sólo unos ejemplos). Pero estamos ante una novela sobre la escritura, los escritores y sus frustaciones, donde se realiza una crítica feroz acerca del actual mundo editorial, un mundo de tiburones, bien reflejado a través del personaje del editor Roy Barnaski, director de una poderosa editorial de Nueva York. Sus más de seiscientas páginas, aparecen divididas en tres fases: “La enfermedad del escritor”- el síndrome de la página en blanco-; “la cura de  los escritores” –vuelven las musas-, y “el paraíso de los escritores” –publicación del libro-. El protagonista es un joven escritor de treinta años de edad, Marcus Goldman, que tras convertirse en el escritor de más éxito de EE.UU., se ve afectado posteriormente de una repentina e inevitable “enfermedad del escritor”. Buscando ayuda y consejo en un antiguo profesor suyo, también escritor, Harry Quebert, se traslada al lugar donde reside éste, Aurora, un pueblecito de los EE.UU., donde resurgirá – treinta años después-  un enigmático caso, la desaparición de una chica de 15 años, Nola Kellergan. Marcus Goldman escribirá un libro, “El caso Harry Quebert”, en defensa de su amigo, acusado del asesinato de Nola. Cada uno de los capítulos de esta novela, comienza con un consejo de Harry hacia Goldman, acerca del oficio de escribir y acerca de qué debe entenderse por un buen libro (“…un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar…”).

Tras acabar la lectura de esta algo voluminosa novela, puedo decir que estamos ante una algo entretenida historia, con una trama bien pensada y pergeñada, todo ello hecho para que el lector, en ningún momento (sólo al final, casi a punto de terminar el libro) pueda adivinar la verdad de lo que ocurrió realmente con la desaparecida Nola. Pero sólo es eso, una historia algo entretenida y bien “cosida”, que produce el buscado efecto de dejar desconcertado al lector, al finalizar la lectura. En ningún caso estamos ante una “gran novela”, ni una maravillosa trama, ni muchísimo menos, una obra “monumental”. Este mismo efecto final provocado al lector se podía haber conseguido con muchas menos páginas, porque la verdad es que sobran más de la mitad de páginas. La lectura se hace cansina, cuando vas por menos de la mitad de la novela. Pero, sobre todo lo dicho antes, lo que convierte a esta novela es un best-seller más, del montón, es que estás deseando terminarla, porque su trama – en el fondo- no te dice nada, estamos ante un libro vacío, sin alma, con una trama de usar y tirar, un libro de consumo rápido, al gusto del tiránico mercado literario actual, donde apenas hay nada digno de subrayar, de guardar en nuestro recuerdo, para releer una y otra vez. Anoté, hace tiempo, en un cuaderno de frases célebres, lo que dijo un escritor francés, acerca de lo que, para él, consistía la lectura de un buen libro: es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta. Esto no se da cuando leemos “La verdad sobre el caso Harry Quebert”. Seguramente, porque su verdadero autor no es el señor Jöel Dicker, sino su editorial. A veces, olvidamos que los libros también llenan la cesta de la compra…”Si te dan un papel pautado, escribe por detrás”, dijo nuestro Premio Nobel de 1956, Juan Ramón Jiménez.

Noelia Rodríguez Padilla.-

LIBROS (II): "DIARIO DE UN ESCRITOR" . PRÓLOGO A “NUESTRA SEÑORA DE PARÍS”, DE VÍCTOR HUGO, por F. M. DOSTOIEVSKI:






Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas.
VÍCTOR HUGO.



Recién adquirido mi ejemplar de “Diario de un escritor. Crónicas, artículos, crítica y apuntes”, de Fiódor M. Dostoievski (Editorial Páginas de Espuma, 1610 páginas, -49 euros-) y husmeando en el índice de esta voluminosa obra, en su página número 7, me llama la atención, primeramente, entre otros apartados, el prólogo que el autor de “Crimen y Castigo” realizó, acerca de la obra del gran escritor francés Víctor Hugo, “Notre-Dame de Paris” (obra anterior a “Los Miserables”), prólogo que Dostoievski publicó en su revista  Vremya (Tiempo), revista literaria y política que el escritor ruso fundó en 1861 y que sería cerrada pocos años después por las autoridades rusas, debido a la publicación de un artículo supuestamente subversivo (de nada serviría, pues en 1864, los hermanos Dostoievski fundarían otra revista, “Época”, que también sería cerrada después, dada la inexistente libertad de expresión en Rusia, algo que se mantiene a día de hoy).



 Este prólogo, que precede a la publicación en dicha revista (y traducción al ruso) de la obra de Hugo, resume a la perfección la idea de la obra (de todos sus libros) del escritor francés. Dostoievski publicó lo siguiente:


Le laid, c´est le beau” es la fórmula con la cual hace unos treinta años la rutina, llena de suficiencia, pensaba caracterizar el talento de Víctor Hugo al comprender y transmitir falsamente al público las ideas del propio Víctor Hugo. Hay que reconocer que él también tenía la culpa de que sus enemigos se burlaran, porque se defendía de manera oscura y soberbia y se explicaba confusamente. Sin embargo, los ataques y las burlas desaparecieron hace mucho tiempo y el nombre de  Víctor Hugo sigue vivo y hace poco, treinta años más tarde de la aparición de su novela “Notre Dame de París”, apareció “Los Miserables”, una novela en que el gran poeta y ciudadano demostró tanto talento, expresó la idea principal de su poesía en una forma artística tan completa que esta obra suya voló por todo el mundo, todos la leyeron y la impresión que causó la novela es mágica.
Ya hace tiempo que ustedes adivinaron que la tonta fórmula caricaturesca citada anteriormente no define la idea de Víctor Hugo. Su idea es la idea principal de todo el arte del siglo XIX y podemos decir que Víctor Hugo, como maestro, al parecer fue el primer precursor de esta idea. Esta idea es cristiana y de alta moral; su fórmula es la recuperación de una persona perdida, aplastada injustamente por el peso de las circunstancias, del estancamiento de los signos y de los prejuicios sociales. Esta idea es la justificación de los parias de la sociedad, humillados y rechazados por todos. Claro que la alegoría es inadmisible en una obra de arte como, por ejemplo, “Notre Dame de París”. ¿No se le ocurre a nadie pensar que Quasimodo es la personificación del pueblo medieval francés, oprimido y despreciado, sordo y deforme, dotado sólo de una enorme fuerza física y que, finalmente, en esta persona se despiertan el amor y el ansia de justicia y, junto con esto, el reconocimiento de la verdad y de sus fuerzas infinitas aún intactas?
    Víctor Hugo es, al parecer, el principal precursor de la idea de la “recuperación” de la literatura de nuestro siglo. Por lo menos fue el primero en manifestar en la literatura esta idea con una fuerza tan artística. Claro está que está idea no es un invento de Víctor Hugo; al contrario, estamos convencidos de que es una propiedad imprescriptible y, puede ser, la necesidad histórica del siglo XIX, aunque se tenga la costumbre de acusar a nuestro siglo, que tras los grandes ejemplos del pasado no introdujo nada nuevo ni en literatura ni en arte. Es muy injusto. Observen todas las literaturas europeas de nuestro siglo y verán en todas ellas las huellas de la misma idea y puede ser que al final del siglo esta idea se realice entera, por fin, de manera clara y potente en una gran obra de arte que exprese las aspiraciones y las características de su tiempo tan completa y eternamente como, por ejemplo, la “Divina comedia” expresó su época con los ideales y las medievales creencias católicas.
    Víctor Hugo es, sin duda, un talento muy fuerte en la Francia del siglo XIX. Su idea está en marcha. Incluso, al parecer, la forma de la novela actual francesa le pertenece. Hasta sus grandes defectos se repitieron casi en todas las obras de los novelistas posteriores franceses. Ahora, con el éxito total casi mundial de “Los Miserables”, se nos ocurrió que la novela “Notre Dame de París” por alguna razón no está traducida a la lengua rusa, aunque estén traducidas otras muchas obras europeas. Hay que decir que en nuestro país todos leyeron esta novela en francés pero, primero: pensamos que la leyeron los que conocen la lengua francesa; segundo: no estamos seguros de que la leyeran todos los que saben la lengua francesa; tercero: la leyeron hace mucho tiempo; cuarto: hace treinta años el público que leía en francés no era numeroso en comparación con los que querían leer en francés y no sabían hacerlo. Ahora el número de lectores ha aumentado, puede que diez veces más que hace treinta años. Por fin, y esto es lo principal: todo esto fue hace mucho tiempo. Es poco probable que la generación de hoy vaya a volver a leer otra vez lo ya leído antes. Pensamos incluso que la novela de Víctor Hugo no es conocida por la generación de lectores de hoy. Por eso hemos decidido traducir en nuestra revista esta obra genial para presentar a nuestro público una obra formidable de la literatura francesa de nuestro siglo. Incluso pensamos que treinta años es una distancia muy grande incluso para los que ya leyeron esta novela antes, en su momento, así que no les resultará pesado leerla otra vez.
    Entonces esperemos que el público no se queje de que le ofrezcamos una obra tan conocida…por el título.


Fiodor Mijailovich Dostoievski.
Revista “Vremya” (Tiempo), 1861-1864.






"ANÁTKH"..."FATALIDAD" (NECESIDAD)...Basándose en esa palabra griega, se ha escrito esta obra, la más bella de Víctor Hugo.






Noelia Rodríguez Padilla.-