"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

jueves, 15 de octubre de 2015

LOS CEMENTERIOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA, SEGÚN JUAN ESLAVA GALÁN : EL DE CASABERMEJA (MÁLAGA) Y EL DE LUARCA (ASTURIAS).


La muerte es el menor de todos los males.
Sir Francis Bacon.









Cementerio de Casabermeja.






Cementerio de Luarca.




"Casabermeja, a veinte kilómetros de Málaga capital, 3.500 habitantes, tiene el cementerio más bonito de España (junto con el de Luarca, en Asturias). Los vecinos de Casabermeja compiten para mantener blancas y adornadas las tumbas de su camposanto.
En Casabermeja el cementerio es, verdaderamente, el pueblo de los difuntos con sus calles y plazuelas, tranquilas, blancas, soleadas, sin motos, con sus nichos coquetos, con sus ventanitas con rejas de hierro, con sus fotos del inquilino y sus flores.
El viajero tiene observado que para conocer una sociedad se ahorra mucho trabajo visitando sus mercados y sus cementerios. Aparte de eso, siendo de natural alegre y algo melancólico, además de aficionado a la quietud y a la belleza, gusta de pasear por cementerios, ver mausoleos encopetados, muy artísticos a veces, y tumbas modestitas, cal y ladrillo, florecillas de plástico, ramos marchitos, mientras lee las inscripciones, a veces francamente hilarantes, como la que encontró en el camposanto de La Habana: "Con el amor de todos tus hijos, menos de Ernesto, que no pagó su parte". Un epitafio del cementerio viejo de Jaén, sobre la reducida baldosa que cubre la tumba de Chicho, un niño muerto apenas nacido, expresa como ninguno la fugacidad de la vida: "Chicho, del chocho al nicho".

Juan Eslava Galán. Mil sitios que ver de España al menos una vez en la vida. Editorial Planeta, 2009.












n.r.p.