"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

viernes, 4 de mayo de 2018

AURIA (OURENSE), TERRA DAS PEDRAS E AUGAS SANTAS

Tres cousas hai en Ourense, 
que non as hai en España,
 o Santo Cristo, a Ponte, 
e as Burgas fervendo auga.
Dicho popular.

Las campanas de voz triste, de voz atolondrada, de voz letal, regían la vida del burgo y eran su alto calendario de normas y sucesos.
Eduardo Blanco-Amor. La catedral y el niño.

Fendetestas llevó también a la fraga un ideal: robar la casa de algún cura. No hubo ni hay en el campo gallego un solo ladrón que no haya robado a un cura o soñado en robarle. 
Wenceslao Fernández Flórez. El Bosque Animado.



 

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El Miño, visto desde el Puente romano. Ourense, febrero 2017.



A orillas del Miño se alza la bella ciudad de Orense (Ourense), tierra de mi familia paterna. La última vez que estuve, en Febrero de 2017, el viaje en tren desde la Estación madrileña de Chamartín a la Estación de Ourense, se me hizo bastante largo (unas cinco horas de viaje. Con razón, Manuel Rivas dijo aquéllo de "¡Pobre país, si cifra todas sus esperanzas en el AVE que lo lleve a Madrid!"). Nada que ver con el recorrido Antequera Santa Ana hasta Madrid Puerta de Atocha, en el AVE, que en dos rápidas horas te deja en pleno centro de Madrid, aunque la belleza del paisaje no es nada comparable con la que vamos encontrando tras dejar Madrid, en busca de Galicia. 




















Ourense:

La única provincia gallega sin mar es, sin embargo, la más rica en aguas terapéuticas, termales y milagrosas. También lo es en la cantidad de Monasterios, viejos monasterios situados en lugares clave, por su especial significado ancestral y por los antiguos cultos que precedieron a la eclosión cristiana.
Paseando por las callejuelas y plazuelas del casco antiguo de Ourense, encontramos además de numerosas fuentes y cruceiros, un magnífico patrimonio monumental, en el que destaca la Catedral de San Martín.



               Plaza del Obispo Cesáreo, junto al edificio del Obispado de Ourense.








                                                                    Alameda del Concello











                                                              Plaza Mayor de Ourense












                                      Catedral de Ourense (Catedral de San Martín).













                                                                     Iglesia de Santa Eufemia.
                                    INTERIOR DE LA CATEDRAL Y MUSEO CATEDRALICIO:












                   El Pórtico del Paraíso, recientemente restaurado:
























                                 La Capilla del Santo Cristo.

















                                       El museo catedralicio:



 




















































































                        Más fotos del interior de la Catedral:

































 

 

                                          Salida de la Catedral:













                                                  Rúa do Paseo:


         Plaza del padre Feijoo. Monumento a Gregorio Marañón:



           Edificio Simeón. Hoy, Centro Cultural Marcos Valcárcel:











                                           Obispado:




                                     Edificio de Correos:
                                                 Obispado:


                                Plaza del obispo Cesáreo:


                             El Miño, a vista desde el Puente nuevo:



    El Puente Viejo, el puente romano mejor conservado de Europa:



















                               El Puente del Milenio (2001):



            El Miño, desde el paseo al lado de su orilla (15 kms). Una vez pasado el Puente del Milenio, nos encontramos con varias termas:








































                 Rúa do Paseo, la principal calle comercial de la ciudad:

                                     Merodeando por A Granxa:

                                                    Regreso:














Fuentes:
-Juan G. Atienza: Segunda Guía de la España Mágica. Martínez Roca, Barcelona, 1989.
-Juan Eslava Galán: 1.000 sitios que ver en España al menos una vez en la vida. Planeta, Madrid, 2009.
 








martes, 20 de marzo de 2018

CORAZÓN, de Edmondo De Amicis: El alma humana en la escuela.

"¿Por qué, Enrico, nunca más? Eso dependerá de ti. Terminado cuarto, irás al Gimnasio y ellos serán obreros; pero permaneceréis en la misma ciudad, quizás muchos años. ¿Por qué, entonces, no os vais a ver más? Cuando estés en la Universidad o en el Liceo, irás a buscarlos a sus tiendas o a sus talleres, y te dará mucho gusto encontrarte con tus compañeros de infancia  -ya hombres-, en su trabajo. ¿Cómo es posible que no vayas a buscar a Coretti y a Precossi, estén donde estén? Irás y pasarás horas en su compañía y verás, estudiando la vida y el mundo, cuántas cosas puedes aprender de ellos, que ningún otro te sabrá enseñar, tanto sobre sus oficios como acerca de su sociedad y de tu país. Y ten presente que si no conservas estas amistades será muy difícil que adquieras otras semejantes en el porvenir, amistades, quiero decir, fuera de la clase a la que perteneces; así vivirías en una sola clase, y el hombre que frecuenta una sola clase social es como un erudito que no lee más que un libro. Proponte, pues, desde ahora conservar esos buenos amigos aun cuando os hayáis separado, y cultívalos desde ahora con preferencia, cabalmente porque son hijos de obreros. Mira: los hombres de las clases superiores son los oficiales, y los obreros son los soldados del trabajo; pero en la sociedad, al igual que en el ejército, no sólo es el soldado tan noble como el oficial, porque la nobleza está en el trabajo y no en la ganancia, en el valor y no en el grado, sino que, si hay una superioridad en el mérito, está de la parte del soldado, del obrero, los cuales sacan de su propia obra menor provecho. Ama, pues, y respeta por encima de todos, entre tus compañeros, a los hjos de los soldados del trabajo; honra en ellos las fatigas y los sacrificios de sus padres; desprecia las diferencias de fortuna y de clase, porque sólo los viles miden por ellas los sentimientos y la cortesía; piensa que de las venas de los trabajadores de talleres y campos salió casi toda la sangre bendita que redimió nuestra patria; ama a Garrone, ama a Precossi, ama a Coretti, ama a tu "albañilito", que en sus pechos de pequeños obreros encierran corazones de príncipes, y júrate a ti mismo que ninguna mudanza de fortuna podrá jamás arrancar de tu alma estas santas amistades infantiles. Jura que si dentro de cuarenta años, al pasar por una estación de ferrocarril, reconocieras a tu viejo amigo Garrone con ropas de maquinista, con la cara negra...¡ah!, no necesito que me lo jures: estoy seguro de que subirías a la máquina y le echarías los brazos al cuello, aun cuando fueras Senador del Reino. TU PADRE."

Los amigos obreros. Abril. CUOREEdmondo de Amicis.

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"Este libro está especialmente dedicado a los muchachos de las escuelas primarias, los cuales cuentan entre nueve y trece años, y se podría titular: "Historia de un curso académico, escrita por un alumno de tercero de una escuela municipal de Italia". Al decir "escrita por un alumno de tercero", no quiero decir que la haya escrito precisamente él, tal cual sale a la luz. Él iba anotando en un cuaderno, a su manera, lo que había visto, oído, pensado en la escuela y fuera de ella; y su padre, al final del año, escribió estas páginas con aquellas notas, ingeniándose por no alterar la idea y conservar, en lo posible, las palabras de su hijo. Después éste, al cabo de cuatro años, estando ya en el Gimnasio, releyó el manuscrito y agregó algo de su cosecha, valiéndose del recuerdo aún fresco de personas y cosas. Leed ahora este libro, muchachos: espero que quedéis contentos y que os haga algún bien."


Con el párrafo de arriba, el escritor italiano Edmundo de Amicis, da comienzo a una de las obras literarias más bellas que se han escrito, CUORE. Redactado en forma de diario personal, a través de sus vivencias como alumno en la Escuela pública Baretti, Enrico Bottini, hijo del ingeniero Alberto Bottini (padre ejemplar, que le escribirá numerosas cartas, todas ellas con un propósito altamente ético -como la que transcribo arriba del todo, "Los amigos obreros"-) tendrá entre sus compañeros a muchachos de todas las clases sociales: Ernesto Derossi (el número uno de la clase), Robetti (hijo de un capitán de artillería), Garrone -su mejor amigo- (hijo de un ferroviario), Coretti (hijo de un vendedor de leña), Nelli (el jorobadito), Votini, el "albañilito" (el muchacho al que todos cariñosamente dicen "hocico de liebre", hijo de un albañil), Garoffi, Carlos Nobis (un señorito), Stardi, Franti, Precossi (hijo de un herrero) y Crossi (hijo de una vendedora de verduras). El diario dura lo mismo que el curso escolar, empezando un lunes 17 de Octubre y finalizando en Julio, tras los exámenes finales. En cada uno de los meses, se va intercalando un cuento mensual, nueve en total: "El pequeño patriota paduano" (octubre), "El pequeño vigía lombardo" (noviembre), "El pequeño escribiente florentino" (diciembre), "El tamborcillo sardo" (enero), "El enfermero de Tata" (febrero), "Sangre romañola" (marzo), "Valor civil" (abril), "De los Apeninos a los Andes" (mayo) y "Naufragio" (junio). De todos estos cuentos, "De los Apeninos a los Andes" destaca por su calidad como literatura de viajes y describe con gran precisión y sensibilidad las vicisitudes de una familia genovesa, cuya madre ha de emigrar a Buenos Aires, en busca de sustento para su familia, dando con ello una visión amplia de la emigración italiana a Argentina.
CUORE, historia que propugna la defensa a ultranza de grandes valores éticos en todos los órdenes (familia, laboral, social, histórico, patriotismo), es difícil leerla sin llorarla. Edmundo De Amicis consiguió al escribir este maravilloso libro penetrar en lo más hondo del alma del lector y dejarla "tocada para siempre" por el recuerdo de esta historia. Confieso que he leído CORAZÓN muchas veces, desde niña, y me vuelvo a emocionar cada vez que regreso a su lectura. Es una pequeña obra literaria que, como todas las obras de arte eternas, siempre permanecen en la retina de quienes las contemplan. Edmundo De Amicis, como escritor, con esta obra, alcanzó la gloria literaria, aunque en su vida personal no se reflejara toda esa bondad y ejemplaridad que transmitió en su obra más reconocida y querida (Luciano Tamburini, eminente estudioso de la vida y obra de Edmundo De Amicis, dio cuenta en su biografía Edmondo De Amicis. Metamorfosi di un borghose, Edit. Mephite, Roma, 2008, que el escritor era "infiel, deshonesto y vil"). No sería la primera vez que la obra de un maltratador o de un enfermo mental alcanza la cumbre literaria, pues como dijo Séneca, "no existe ningún gran genio sin un toque de demencia". Suele darse, en estos casos, que es en su creación literaria o artística donde el genio proyecta su verdadera lucidez. Esa es la finalidad del arte, dar apariencia a la esencia secreta de las cosas (Aristóteles). Y en CUORE, Edmondo de Amicis consigue mostrarnos la forma más pura del alma humana.
 








Fuentes:

-De Amicis, Edmondo: CUORE. Alianza Editorial. Madrid, 2003. 


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Noelia Mª Rodríguez Padilla.

domingo, 11 de marzo de 2018

EN MEMORIA DEL PEQUEÑO GABRIEL CRUZ RAMÍREZ: DESCANSA EN PAZ, QUERIDO "PESCAITO".


"Pero el niño es sagrado. La vida se sacraliza en los niños, tiene su instante celeste y único en la carne dorada del hijo. Hay una acumulación de pureza, una aglomeración de tiempo y presente en el cuerpo desnudo del niño, en su vida desnuda, una decantación de la luz y de la palabra, y por eso la vida es sacrílega cuando profana al niño, cuando atenta contra él. La vida es suicida y necia cuando se encarniza contra el niño, se niega a sí misma, y el mal de los niños tiene todo el horror de una profanación. Un niño enfermo es una blasfemia que profiere la vida. Por el mal de los niños descubrimos que "la vida no es noble, ni buena, ni sagrada". Descubrimos lo que la vida tiene de alimaña ciega, de cebarse en sí misma. Casi todos los movimientos del universo son estúpidos, y el atentado contra la vida del niño es una destrucción de la única sacralidad de la existencia."

Francisco Umbral. Mortal y Rosa (1975).

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Noelia Mª Rodríguez Padilla.





domingo, 25 de febrero de 2018

SIDONIE GABRIELLE COLETTE, ESPÍRITU LIBRE DE LAS LETRAS FRANCESAS.



"Un bloque compacto de volúmenes construidos en un formato único: novelas cortas y ensayos, traducidos mediante una tipografía única: así, y únicamente así, puede un escritor, al final de su larga carrera, calcular el peso exacto de lo que ha realizado. Únicamente allí puede su ánimo regocijarse y empezar su angustia. Durante largo tiempo anhelé estas emociones contradictorias. Se hicieron esperar; tenía que trabajar al azar de la inspiración y también bajo el rigor de la necesidad, abrazar temas fortuitos...Condiciones todas ellas que exponen a un escritor a la carencia de cohesión y a no ser ni muy afortunado en el hallazgo y selección de palabras.
Al adoptar por cuenta de otros la obligación y la costumbre de escribir, ¿habría encontrado en ello con qué justificar mi carrera? La primera recompensa me llegó del público y de los escritores de oficio, cuando aquél me leyó y cuando éstos me trataron como a un igual.
Existe una tentación -la conozco muy bien- que el escritor maduro debe reprimir con grandes esfuerzos, a fin de no sucumbir. Ya lúcido, armado de severidad, apto para juzgar su obra, se halla preparado para realizar amputaciones en ésta, dispuesto a cortar sin compasión, a enderezar sin complacencia. Se siente probo, su placer es la poda, su deseo es merecer algo más de respeto y algo menos de adulación. Una coqueta que se siente envejecer sube un poquitín más el tul que cubre su garganta...
Pero yo no me atrevo a esto, ni quiero poner en mis obras antiguas la mano que supo escribirlas y que, sin duda alguna, sería torpe al corregirlas; conservarán todas las huellas del tiempo, del error, del apresuramiento. Frescas aquí, más allá manchadas, que sus máculas atestigüen su edad, mi larga labor y la honorable evolución que transforma a un escritor audaz en un crítico timorato. Por lo menos, los cortes, las modificaciones que he establecido, las he realizado con conocimiento de causa, y deseo se respete en venideras ediciones.
En Mi aprendizaje conté cómo, al cabo de unos dos años de matrimonio, es decir, hacia 1891, monsieur Willy me dijo un día:
-Tendrías que escribir algo acerca de tus recuerdos de la escuela primaria...Tal vez podría aprovecharlos. No te dé miedo incluir detalles picantes...
Este hombre singular y todavía mal conocido, que firmó no sé cuántos libros sin haber escrito ninguno, se hallaba en constante búsqueda de nuevos talentos para su industria literaria. De manera que no es extraño que extendiera sus pesquisas hasta su propio hogar.
Yo acababa de salir de una larga y grave enfermedad que me había dejado cierta torpeza de cuerpo y de alma. Sin embargo, al encontrar y comprar en la papelería unos cuadernos parecidos a mis viejos cuadernos esclores, sus hojas verjuradas, rayadas de gris, con rojo trazo marginal, su lomo de tela negra, su cubierta con medallón y título adornado, "Le Calligraphe", me hicieron sentir en las manos una especie de prurito de castigo escolar, la pasividad de realizar un trabajo ordenado. A través del papel se transparentaba una filigrana que me rejuvenecía de seis años: apoyados los brazos sobre una esquina del escritorio, con la ventana a mis espaladas, torcidos los hombros y las rodillas encogidas, me puse a escribir, aplicada e indiferente.
Una vez hube terminado, entregué a mi marido un apretado texto que respetaba los márgenes. Lo leyó y dijo:
-Me había equivocado...No sirve para nada.
Libre ya, volví al diván, a la gata, a los libros, al silencio, a mi vida de siempre, que procuraba fuera dulce, ignorando que en realidad era malsana. Los cuadernos pasaron más de dos años en un cajón. Un día, Willy decidió ordenar el contenido de su despacho.
El horrible escritorio de madera imitación de ébano, cubierto de paño granate, mostró sus cajones de madera blanca, vomitó papelotes comprimidos y volvimos a ver, olvidados, los cuadernos que había emborronado: Claudine en la escuela.
-Vaya- dijo monsieur Willy -; creía haberlos echado al cesto.
Abrió un cuaderno y lo hojeó.
-Es gracioso.
Abrió un segundo cuaderno y no dijo nada, luego el tercero, el cuarto...
-¡Santo cielo! -refunfuñó de pronto -. Soy un perfecto idiota.
Se apoderó bruscamente de los cuadernos, se puso el sombrero de alas anchas y corrió a casa de un editor. Y he aquí cómo me convertí en escritora.
Pero también a a causa de ello estuve a punto de no ser jamás escritora. Carecía de vocación literaria, y es probable que jamás hubiese producido ni una línea si, tras el éxito de Claudine en la escuela, otras tareas impuestas no me hubiesen llevado poco a poco a la rutina de escribir.
En 1900, bajo la única firma de Willy, apareció Claudine en la escuela, editada por Paul Ollendorf. En el ínterin tuve que volver a poner manos a la obra para sazonar el texto con un poco de pimienta.
-¿No podrías -me dijo Willy - caldear algo ese...esas criaturadas? Por ejemplo, una amistad excesivamente tierna entre Claudine y una de sus compañeras. Luego añade jerga, mucha jerga, y desparpajo, mucho desparpajo. ¿Comprendes lo que quiero decir?
La flexibilidad de la extremada juventud sólo puede compararse a su falta de escrúpulos. ¿En qué proporción se produjo la colaboración de Willy? Los manuscritos dan una respuesta parcial a una pregunta cien veces formulada. De las cuatro Claudine, sólo los manuscritos de Claudine en ménage y Claudine s´en va fueron salvados de la destrucción ordenada por Willy a Paul Barlet, llamado Paul Héron, secretario, amigo. "negro", un muchacho muy honrado que suspendió la ejecución empezada y me trajo los restos que aún poseo.
Hojear estos cuadernos no carece de interés: escritos todos ellos por mí, aparece de vez en cuando en sus páginas una letra fina, que cambia una palabra, añade un retruécano, o una reprimenda muy seca. Incluso se podían leer en Claudine en ménage y en Claudine s´en va unos fragmentos bastante fuertes, que suprimo en la presente edición.
El éxito de Claudine  fue, para aquella época, muy grande: sirvió de inspiración en la moda, en el teatro, en los productos de belleza. Yo honrada, sobre todo indiferente, callaba la verdad que sólo se supo mucho más tarde. Esta es la primera vez que las Claudine aparecen con el único nombre de su único autor. Quisiera también que, de ahora en adelante, se considerara La Retraite sentimentale -bonito título sugerido por Alfred Valette - continuación y fin de Claudine. La lógica y la comodidad del lector hallarán en ello una ventaja.

Colette. 
 Prefacio a Claudine en la escuela.

"Nuestros compañeros perfectos nunca tienen menos de cuatro patas".
Colette.

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Retrato de la escritora Colette, realizado por la fotógrafa vienesa Madame D´Ora, en 1953, un año antes de morir.




Cuando, en 1953, la fotógrafa vienesa Dora Kallmus (primera fotógrafa de moda de la historia), captó con su cámara el singular  rostro de la escritora Colette, ésta se encontraba a un paso de la muerte. Tenía en ese momento ochenta años. Falleció un año después, en 1954, tras llevar años postrada en la cama, por problemas de artritis. Murió rodeada de sus amados gatos y sus libros, consciente de haber apurado la vida al máximo. Mujer muy valiente, supo llevar la contraria (y bien que lo hizo) a los severos defensores de los cánones de la corrección política, moral y sexual de su época, tan proclives de puertas para adentro para hacer justo lo contrario de lo que propugnaban. Devoradora de libros, desde muy joven, tuvo a Balzac entre sus escritores favoritos. La Comedia Humana de la vida se le antojó demasiado real e injusta como para formar parte de ella, por eso fue siempre tan a contracorriente. Mujer osada y libre, se vistió de hombre en el Moulin Rouge, en compañía de una actriz, con la vivió un tiempo. Se casó tres veces. Supo escapar a tiempo de su primer marido, un editor sin escrúpulos y mujeriego impenitente, del que sólo obtuvo el  beneficio del despertar de su vocación literaria. Hasta entonces, los borradores-cuadernos con los escritos de Colette estaban ocultos, guardados en uno de los cajones blancos  de su "horrible escritorio imitación de ébano" (como explicó ella, años después, en el prólogo a Claudine en la escuela, su primera obra). Su talento literario la encauzó y dirigió hacia la fama y popularidad tan merecidas. Fue la primera mujer que entró, como miembro, en la Academia Goncourt, en 1949, entidad que presidió desde ese año hasta su muerte, en 1954. Fue Colette una mujer desinhibida, libre y absolutamente moderna, quizás demasiado osada para su tiempo. Esa valentía que ya demostró en su juventud, al divorciarse del hombre que la humillaba constantemente, le hizo brillar como escritora y como mujer en una época donde las barreras eran contínuas y tocaba derribarlas o someterse a ellas. Colette, desde su gran inteligencia y talento, optó por hacerles frente y destruirlas. Y lo consiguió.












La escritora Colette, vestida de hombre.



Noelia Rodríguez Padilla.

sábado, 10 de febrero de 2018

EL PARAÍSO, BAJO LA FORMA DE UNA BIBLIOTECA.



"Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca".
Jorge Luis Borges.

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En este tiempo actual, en el que existen ya más escritores que lectores, y donde el periodismo de verdad se ha visto mal suplantado por multitud de páginas proliferadoras de noticias falsas, compartidas, sin contrastar, por muchísimos usuarios incautos, de los que están llenas las redes sociales, el verdadero lujo reside hoy en día en el buen lector, ese que sabe aislarse de la parte más superficial, visible y ruidosa de la realidad de las cosas y opta por decidir emplear su tiempo libre en sumergirse en un buen libro o historia, siempre prefiriendo la lectura en papel, porque debe ésta ser leída, con plena libertad, y que no se deja confiar por las opiniones sospechosamente elogiosas escritas por críticos a sueldo de las editoriales y que suelen inundar las solapas de algunos libros de grandes ventas. Para ese buen lector, sin duda, la felicidad estará, entre otras cosas, en el agradable y cálido placer que transmite al tacto la rugosidad del papel, amarillento  o no, en que fueron impresos, hace muchos años,  los innumerables libros de su amada biblioteca. Y esa biblioteca se convertirá en un lugar mágico, donde el lector, cada vez que escoja un libro, amigo verdadero que nunca defrauda, sabrá que mientras dure su maravillosa lectura, en ese ratito especial, estará a salvo de la profunda superficialidad y el exceso de uniformidad en la que ha caído gran parte de la sociedad humana.



Borges, en la Biblioteca Nacional de Argentina.




-UN LECTOR-


Que otros se jacten de las páginas que han escrito; 
a mi me enorgullecen las que he leído.
 No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos,
la laboriosa mutación de las letras,
la de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka,
pero a lo largo de mis años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber sabido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria,
su vago sótano
la otra cara secreta de la moneda. 
Cuando en mis ojos se borraron
las vanas apariencias queridas,
los rostros y la página,
me dí al estudio del lenguaje de hierro
que usaron mis mayores para cantar
espadas y soledades,
y ahora, a través de siete siglos,
desde la Ultima Thule,
tu voz me llega, Snorri Sturluson.
El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa
y lo hace en pos de un conocimiento preciso;
a mis años, toda empresa es una aventura
que linda con la noche.
No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte,
no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd;
la tarea que emprendo es ilimitada
y ha de acompañarme hasta el fin,
no menos misteriosa que el universo
y que yo, el aprendiz.

Jorge Luis Borges. Elogio de la sombra.



domingo, 14 de enero de 2018

"EL ALBATROS" DE BAUDELAIRE: LA CAIDA AL ABISMO SOCIAL DEL POETA MALDITO.

 

 "Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias."
 Charles de Baudelaire.

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 Baudelaire, fotografiado por Nadar, en 1855.




 
EL ALBATROS

Suelen, por divertirse, los mozos marineros
cazar albatros, grandes pájaros de los mares
que siguen lentamente, indolentes viajeros,
al barco, que navega sobre abismos y azares.

Apenas los arrojan allí sobre cubierta,
príncipes del azul, torpes y avergonzados,
el ala grande y blanca aflojan como muerta
y la dejan, cual remos, caer a sus costados.
¡Qué débil y qué inútil ahora el viajero alado!
Él, antes tan hermoso, ¡qué grotesco en el suelo!
Con su pipa uno de ellos el pico le ha quemado,
otro imita, renqueando, del inválido el vuelo.

El poeta es igual...Allá arriba, en la altura,
¡qué importan flechas, rayos, tempestad desatada!
Desterrado en el mundo, concluyó la aventura:
¡sus alas de gigante no le sirven de nada!

 Las Flores del Mal. Charles Baudelaire. 
















Fuentes:

-BAUDELAIRE, CHARLES: LAS FLORES DEL MAL. Biblioteca Edaf, Madrid, 1963.

sábado, 30 de diciembre de 2017

IRÉNE NÉMIROVSKY: UNA GRAN Y RECONOCIDA ESCRITORA, A LA QUE EL TRÁGICO DESTINO LLAMÓ A SU PUERTA.






"Para levantar un peso tan enorme, Sísifo, se necesitaría tu coraje.
No me faltan ánimos para la tarea, mas el objetivo es largo y el tiempo, corto".

Le vin de solitude. Iréne Némirovsky.

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Iréne Némirovsky.



Recién terminada la lectura de SUITE FRANCESA (SUITE FRANÇAISE), no puedo más que mostrar mi sentimiento de horror ante el trágico final de una gran escritora como fue Iréne Némirovsky (Kiev, 1903-Auschwitz, 1942). Murió con tan sólo treinta y nueve años de edad, habiendosele arrebatado la vida de una forma tan brutal e injusta como la muerte en un campo de exterminio nazi. Cuando los nazis se llevaron a esta jovencísima gran escritora, sólo por el hecho de haber nacido judía, Iréne ya era una escritora más que consagrada en el mundo de las letras parisinas.
La novela Suite Francesa, cuyo manuscrito no fue publicado hasta el año 2004, fue escrito por Iréne en el ambiente bélico parisino de la Segunda Guerra Mundial, rodeada de la normal escasez de todo lo básico para vivir, hasta del papel y la tinta para escribir. El manuscrito, acerca de la situación de Francia durante la ocupación por los nazis, fue escrito con una letra pequeñísima, apurando al máximo las páginas del cuaderno, estaba escrito a mano, a pluma (a Iréne le gustaba escribir con estilográfica, como se puede apreciar en la imagen de arriba) y "sueña con un libro de mil páginas, compuesto como una sinfonía, pero en cinco partes, en función de los ritmos y las tonalidades. Toma como modelo la Quinta Sinfonía de Beethoven.". En su publicación, en el año 2004, por la editorial francesa Denöel, el libro queda en 473 páginas y dos partes: TEMPESTAD EN JUNIO y DOLCE. En dos apartados más, como apéndices, figuran las notas que  Iréne escribió, en el proceso inicial de composición de SUITE FRANCESA y la correspondencia mantenida por ella y su marido, Michel Epstein tanto con sus editores en París como con todas las personas a las que acudió Michel, tras la detención y desaparición de Iréne, al fin de intentar conseguir noticias de su paradero y salvar su vida. La correspondencia incluida al final de este libro es el verdadero testimonio del horror provocado por los nazis en Francia, contra los más elementales derechos de todo ser humano. La desesperación y el miedo, tanto del marido de Iréne, como de sus amigos y familiares, se muestra con toda su crudeza en estas cartas. Ambos, Iréne y Michel fueron víctimas tanto de los totalitarismos de izquierdas (sus familias huyeron del terror bolchevique, que les arrebató toda su gran fortuna) como de los de derechas.



Iréne, con sus hijas, Denise Epstein y Élisabeth Gille.




Denise Epstein.



Denise Epstein abre "Suite Francesa" con esta dedicatoria: 

"Desde el recuerdo de mi madre y mi padre,
para mi hermana Élisabeth Gille, para mis hijos
y mis nietos, y para todos los que conocieron
y conocen todavía hoy el drama de la intolerancia,
esta Memoria para transmitir".


Suite Francesa fue concebida pensando en la Quinta Sinfonía de Beethoven, que la compuso poco antes de cumplir cuarenta años, la misma edad a la que falleció Iréne. El motivo inicial de esta sinfonía de Beethoven se refiere "al Destino que toca a la puerta". Quizás Iréne, en su extraordinaria sensibilidad artística y humana, captó que ese Destino, en su caso tan trágico e injusto, demasiado pronto iba a llamar a la suya.







Manuscrito de Suite Francesa.






Noelia Rodríguez Padilla.






domingo, 17 de diciembre de 2017

EL MANZANO DE NEWTON SOBREVIVE AL PASO DE LOS SIGLOS.

He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.

Si he logrado ver más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes.

Sir Isaac Newton (1642-1727).

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Tras una copiosa cena, salió a tomar una taza de té bajo las ramas del árbol. Fue entonces cuando le cayó sobre la cabeza una manzana mientras meditaba preguntándose por qué siempre descendían de forma perpendicular.

William Stukeley (amigo y biógrafo de Sir Isaac Newton),1752.





El manzano de Isaac Newton sigue en pie, en el jardín de la casa donde nació, hace 374 años, en Woolsthorpe Manor, en el condado de Lincolnshire, Inglaterra. Sin duda, es uno de los árboles más queridos y reconocidos de la historia.



Dibujo de la casa y el manzano, hecho en 1820.





Noelia Rodríguez Padilla.