“La estructura de incentivos que Randy denuncia es tan poderosa y ubicua que ni siquiera el liderazgo de un premio nobel, tan brillante y respetado podrá disolverla”.
Michael Eisen. Universidad de California. Co-fundador de la revista científica PLOS ONE.
Decía Thomas Jefferson que “un poco de rebelión de vez en cuando es buena cosa”. Eso mismo es lo que se ha propuesto el biólogo Randy Shekman (premio nobel de medicina 2013).
Recién entregados los premios nobel de este año, este científico americano, no ha querido esperar y, mediante un artículo publicado en The Guardian News el pasado lunes 9 de diciembre ( http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/dec/09/how-journals-nature-science-cell-damage-science) ha puesto a parir a tres de las más prestigiosas revistas científicas del momento: Nature, Science y Cell.
Recién entregados los premios nobel de este año, este científico americano, no ha querido esperar y, mediante un artículo publicado en The Guardian News el pasado lunes 9 de diciembre ( http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/dec/09/how-journals-nature-science-cell-damage-science) ha puesto a parir a tres de las más prestigiosas revistas científicas del momento: Nature, Science y Cell.
Les acusa de “hacer un inmenso daño a la ciencia, al las revistas imponen una presión a los investigadores que les lleva a centrarse en temas científicos "de moda" en lugar de volcarse con temas que sí tendrían verdadera relevancia en sus campos de investigación”. Schekman acusa además a los editores y directores de las publicaciones de “no ser científicos” y por lo tanto, de “guiarse únicamente por criterios editoriales, sensacionalistas o de audiencia a la hora de publicar unos estudios u otros. La ciencia debe romper la tiranía de las revistas de lujo”.
Schekman propone a los científicos que publiquen sus trabajos en revistas abiertas, como la que él ha creado, eLIFE , una revista online donde los artículos presentados son discutidos por científicos y que publica en abierto los estudios. Otras revistas científicas en abierto son:
-Elife: http://www.elifesciences.org/
-PLOS: (aglutina varias revistas): http://www.plos.org/
- College & Research Libraries: http://crl.acrl.org/
Gracias a Internet, los científicos tienen mucha más libertad para publicar sus trabajos, sin tener que depender del visto bueno de estas revistas líderes en información científica de “primer nivel”. Precisamente, la Ciencia necesita de esa libertad, para ser independiente y poder cuestionarse todo lo que nos rodea. Una revista científica, que tiene sus propietarios, al igual que una empresa farmacéutica, que también tiene quien se beneficia de sus ventas (algunas, como la mexicana AstraZéneca, te venden en la farmacia la solución a una enfermedad -Zoladex, un producto caro, para el cáncer de mama y de próstata- al mismo tiempo que son grandes accionistas -y también se benefician mucho de sus ventas- de una decena de empresas dedicadas a la producción de insecticidas, pesticidas y otros tóxicos que se utilizan en la agricultura, “supuestamente” muy cancerígenos) no puede, con su gran influencia y poder, imponer en la sociedad qué es ciencia o científico y qué no lo es. Quizás comience el ocaso de las mismas, al igual que están surgiendo voces discrepantes con los tratamientos de la medicina “oficial”, sobre todo en oncología médica, que claramente obedece a los dictados no ya de lo que se publica en esas revistas interesantes e interesadas, sino -aún peor- a los dictados de la muy poderosa industria farmacéutica. Y es que el Principio del Ritmo, recogido en El Kybalion, ya lo dice: “todo se mueve como un péndulo, todo tiene sus períodos de avance y retroceso (…)”.
Fuentes:
http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/dec/09/how-journals-nature-science-cell-damage-science