"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

jueves, 15 de octubre de 2015

LOS CEMENTERIOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA, SEGÚN JUAN ESLAVA GALÁN : EL DE CASABERMEJA (MÁLAGA) Y EL DE LUARCA (ASTURIAS).


La muerte es el menor de todos los males.
Sir Francis Bacon.









Cementerio de Casabermeja.






Cementerio de Luarca.




"Casabermeja, a veinte kilómetros de Málaga capital, 3.500 habitantes, tiene el cementerio más bonito de España (junto con el de Luarca, en Asturias). Los vecinos de Casabermeja compiten para mantener blancas y adornadas las tumbas de su camposanto.
En Casabermeja el cementerio es, verdaderamente, el pueblo de los difuntos con sus calles y plazuelas, tranquilas, blancas, soleadas, sin motos, con sus nichos coquetos, con sus ventanitas con rejas de hierro, con sus fotos del inquilino y sus flores.
El viajero tiene observado que para conocer una sociedad se ahorra mucho trabajo visitando sus mercados y sus cementerios. Aparte de eso, siendo de natural alegre y algo melancólico, además de aficionado a la quietud y a la belleza, gusta de pasear por cementerios, ver mausoleos encopetados, muy artísticos a veces, y tumbas modestitas, cal y ladrillo, florecillas de plástico, ramos marchitos, mientras lee las inscripciones, a veces francamente hilarantes, como la que encontró en el camposanto de La Habana: "Con el amor de todos tus hijos, menos de Ernesto, que no pagó su parte". Un epitafio del cementerio viejo de Jaén, sobre la reducida baldosa que cubre la tumba de Chicho, un niño muerto apenas nacido, expresa como ninguno la fugacidad de la vida: "Chicho, del chocho al nicho".

Juan Eslava Galán. Mil sitios que ver de España al menos una vez en la vida. Editorial Planeta, 2009.












n.r.p.





domingo, 11 de octubre de 2015

GRANDES JURISTAS (I) : FEDERICO DE CASTRO Y BRAVO, EL MEJOR CIVILISTA ESPAÑOL DEL SIGLO XX.

Indudablemente es el mejor jurista español del siglo que ahora está terminando, y ello es palpable en que la mayoría de sus ideas están ya tan asumidas por la doctrina y la jurisprudencia que se han convertido en acervo común de forma que ya son tan de todos que no se recuerda que proceden de él.
Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España.

-------------------------------------------------------------------------------------


Desde los años cuarenta, los civilistas como mucho más influyentes fueron, cada uno a su manera, “juristas del régimen”. Me refiero, naturalmente, a Federico de Castro y a José Castán Tobeñas. Nada sorprendente ni que aquí deba producir especial escándalo. Gracias a ellos la civilística española mantuvo un nivel muy digno en la larga dictadura franquista. Sin su vida y su obra no se entendería nada de lo que ha sucedido en el Derecho civil español hasta hoy ni, por tanto, podríamos aventurar lo que puede o debe acometer en el inmediato futuro la civilística española sin tener en cuenta su herencia
 Jesús Delgado Echeverría, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza.












Me viene a la memoria una frase, acerca de los libros de Derecho   -creo que la leí, hace bastantes años ya, en un libro de D. Antonio Truyol y  Serra, una Introducción al Derecho dirigida a futuros estudiantes de esta carrera-, que una particularidad importante que tienen, para  desgracia de los juristas, los libros de Derecho en general es que suelen acabar yendo muy pronto a la papelera y además en cantidad, bibliotecas enteras, dado el cambio continuo y las reformas en las leyes y demás disposiciones jurídicas. El Derecho siempre va por detrás de la sociedad, por lo que ha de adaptarse continuamente a los cambios en ésta, de todo tipo, y estos cambios convierten en obsoletos e inservibles  los numerosísimos manuales y códigos de leyes publicados hasta la fecha.
Pero hay libros a los que les pasa justo lo contrario, es decir, se vuelven imprescindibles y se convierten en referencia de primer nivel en una determinada materia. Esto pasa, por ejemplo, en Filosofía, con los tres tomos de la Historia de la Filosofía del  dominico Guillermo Fraile (editados por vez primera en 1956 por B.A.C. -Biblioteca de Autores Cristianos-), siguen siendo la mejor Historia de la Filosofía realizada hasta la fecha, en España. Lo mismo pasa con los tres tomos de Derecho Civil de España de D. Federico de Castro y Bravo  (1903-1983), considerado el mejor civilista español del siglo XX. Leyendo el primer tomo de su obra Derecho Civil de España, nos encontramos con un trabajo impecable, de una gran erudición, que ilustra al lector no sólo en la materia que está tratando, sino también en otras conexas como Historia, Filosofía, Literatura, Economía, siempre con comentarios muy pertinentes acerca de la cuestión que está explicando (las notas a pie de página son prodigiosas), nada que ver con los manuales de Derecho civil más comunes en las Facultades de Derecho en los últimos años (por citar un ejemplo, los manuales de D. Luis Díez-Picazo y Antonio Gullón, en la editorial Tecnos). Los tres tomos de esta obra se siguen vendiendo. Copio, a continuación, parte de un artículo del Catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Zaragoza, D. Jesús Delgado Echeverría, publicado en el año 2010, acerca de los "Retos de la Dogmática Civil Española en el primer tercio del siglo XXI", donde expone su gran admiración por la figura de D. Federico de Castro y Bravo:





 " Considero a Federico de Castro la mejor cabeza en el Derecho civil de mediados del siglo XX. Cabeza por su inteligencia, por su extenso y profundo conocimiento de las ideas jurídicas europeas de su época y por su liderazgo consciente y buscado, desde su cátedra en la Central, sus seminarios, el Instituto Nacional de Estudios Jurídicos y el Anuario de Derecho civil, que fundó y dirigió. Por eso me parece relevante traer aquí su manifiesto sobre las tareas que, en su insuperado volumen de Parte General3 , atribuye a la civilística española. Que no se realizaran estas tareas era previsible, pues requerían, en la medida en que fueran viables (algunas, simplemente, eran imposibles) a la vez una inteligencia y un compromiso político como los suyos, difíciles de encontrar en suficiente número. Tras un denso y crítico recorrido por “la ciencia jurídica española” desde los primero años del siglo XIX (pp. 319-324) establece lo siguiente: “Tareas actuales. La tarea que corresponde a la ciencia española es tan alta como difícil; paralela a las diversas misiones que ha de cumplir España en nuestro tiempo. Dentro del propio territorio: realizar la unidad jurídica de España. Que la Nación, una, tenga un Derecho civil único. Dentro del Derecho Español: arrojar fuera influencias y modas extrañas. Que el Derecho de España sea Derecho español. Dentro de la Hispanidad: lograr, unidos todos los pueblos hispanos, la depuración y restauración del Derecho común hispánico. Que la Hispanidad se refleje en un Derecho hispánico común. Dentro de Europa: ante la crisis de la ciencia jurídica europea, de su materialismo, positivismo y abstracción, levantar la ejemplaridad de un Derecho basado en la supremacía de los valores morales. Que la ciencia jurídica española conquiste el puesto que su tradición exige.” La redacción es perentoria y exigente. Semejan consignas patrióticas (España, Nación, Hispanidad, tradición, valores morales; frente a Europa, su materialismo, positivismo y abstracción, frente a “las influencias y modas extrañas”). Pero no es en modo alguno una formulación circunstancial y postiza. El mismo De Castro apostilla que son “tareas pensadas y emprendidas”. Las que yo propongo para la civilística actual son distintas y en buena medida contrarias. De momento, valgan estos breves comentarios. De los cuatro llamamientos, los tres últimos no interpelan hoy a nadie. “Que la Nación, una, tenga un Derecho civil único”, por el contrario, sigue teniendo cierto eco entre civilistas centralistas, quizás más como dolorida frustración que como propósito de lograr un objetivo que la Constitución hace imposible. La pretensión de “arrojar fuera influencias y modas extrañas”, afortunadamente, no impidió que las mejores obras de los civilistas españoles de la época se basaran en la lectura y cita de libros extranjeros (italianos, franceses y alemanes), pero sí ha dejado un poso de desconfianza frente a ideas e ideologías de allende las fronteras y quizás cierto desinterés explicable más por desidia y pereza que por designio. Poco antes de las líneas transcritas se lamenta de que una de las direcciones señaladas por De Diego (el estudio de nuestra doctrina clásica) “ha sido desgraciadamente descuidada”, mientras que en la otra dirección (“tomar de la ciencia alemana el instrumento técnico”), “del uso de términos técnicos y del material de trabajo extranjero, se ha pasado a la introducción de concepciones positivistas, tendencias jurídicas mercantilistas, de ideas extranjeras enemigas y contradictorias del espíritu del Derecho español”. En el prólogo a la primera edición (1942) proclamaba el “retorno consciente a la pureza de la concepción hispana”, representada especialmentepor la escuela jurídica española de los siglos XVI y XVII, con la “convicción objetiva de que ella, al basar el Derecho en los fines últimos del vivir, dándole una base teológica, ha señalado el único modo de conocer la realidad jurídica”. Consecuentemente, su propósito es hacer que la técnica jurídica vuelva a su posición subordinada e instrumental. De este modo, “liberadas de la esclavitud impuesta por el positivismo legalista, las disposiciones legales se animan en base a los principios generales del Derecho y recobran su sustancia moral, tradicional y política; mientras que la labor de los juristas, de malabaristas vergonzantes de artículos, se eleva a la de colaboradores en la realización de la Justicia y de los fines nacionales”. El “Derecho civil de España” de De Castro es el Derecho civil del Nuevo Estado, católico y autárquico, enemigo declarado de “las teorías libero-democráticas” (que el autor personaliza en Kelsen4 ) y de “dar valor carismático a la legalidad constitucional” (pp. 20-21). Es también una obra que proclama “como evidente y necesaria la relación entre Derecho y política. El Derecho aparece -aunque sea unilateralmente considerado- dirigido a realizar un propósito político; la política, para lograr la cristalización social de sus ideales, ha de concentrarse en reglas jurídicas” 


Jesús DELGADO ECHEVERRÍA Catedrático de Derecho civil Universidad de Zaragoza Octubre de 2010



-----------
















FUENTES:


http://portal.uc3m.es/portal/page/portal/instituto_figuerola/programas/phu/diccionariodecatedraticos/lcatedraticos/cbravo#obras

http://elpais.com/diario/1983/04/19/agenda/419551201_850215.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_de_Castro_y_Bravo

http://www.codigo-civil.info/nulidad/lodel/docannexe.php?id=816




"MARGINALIA", POEMA DE BILLY COLLINS A LAS GLOSAS ANÓNIMAS EN LOS LIBROS.

"Numerosos poetas, desde Coleridge hasta Mallarmé, se quedarían pasmados de saber que a los académicos les interesan, en la posteridad, más los borradores de sus poemas que los poemas mismos".

Christopher Domínguez Michael, crítico literario mexicano.

----------------------------------






Marginalia medieval.





Marginalia

Algunas veces las notas son feroces

escaramuzas contra el autor
escritas rabiosamente en los bordes de cada página
con letras negras y pequeñas.
Si sólo pudiera ponerte las manos encima,
Kierkegaard o Conor Cruise O’Brien,
parecen decir,
echaría el cerrojo y te metería un poco de lógica a la cabeza.

Otros comentarios son más improvisados, despectivos –

“Absurdo.” “¡Por favor!” “¡Bah!” –
ese tipo de cosas.
Recuerdo una vez en que interrumpí mi lectura
–mi pulgar como separador–
para imaginar cómo sería la persona
que escribió “No seas ñoño”
al lado de un párrafo de La vida de Emily Dickinson.

Los estudiantes son más modestos,

sólo necesitan dejar su huella
en las orillas de la página.
Uno garabatea “Metáfora” junto a una stanza de Eliot.
Otro advierte la presencia de “Ironía”
cincuenta veces junto a los párrafos de Una modesta propuesta de Swift.

O algunos son fans que festejan desde las graderías vacías

con las manos entornadas alrededor de la boca.
“Por supuesto,” exclaman
a Duns Scotus y James Baldwin.
“Claro. ” “En el blanco.” “¡Mi chamán!”
Palomeos, asteriscos, y signos de exclamación
llueven a lo largo de los márgenes.

Y si tú te las has arreglado para graduarte de la universidad

sin haber tenido que escribir “Hombre versus Naturaleza”
en un margen, quizás ahora
sea el momento de dar un paso adelante.

Todos, alguna vez, nos hemos apropiado de ese blanco perímetro

y levantado por una pluma, así sea solamente para demostrar
que no holgazaneamos en un sillón pasando páginas;
imprimimos un pensamiento en los costados,
dejamos una impresión en los bordes.

Hasta los monjes irlandeses en sus frías scriptoria

apuntaron en las márgenes de los Evangelios
concisas digresiones sobre las penas del copista,
el canto de un pájaro junto a la ventana,
o los rayos de sol que iluminaban sus páginas–
hombres anónimos montados hacia el futuro
en veleros más perdurables que ellos mismos.

Y tú no has leído a Joshua Reynolds,

sostienen, hasta que lo hayas leído
coronado con la implacable apostilla de Blake.

Pero la que con más frecuencia recuerdo,

y de mí se suspende como un medallón,
estaba escrito en una copia de El guardián entre el centeno
que saqué de la biblioteca local
un lento, caluroso verano.
Empezaba apenas la preparatoria entonces,
y leía libros en el sofá de la sala de mis padres,
y apenas puedo decirte
cuan vastamente mi soledad se ahondó,
cuan pleno e inmenso el mundo me pareció,
cuando encontré en una página
lo que parecía eran manchas de grasa
y a su lado, escrito suavemente a lápiz
–por una hermosa chica, lo puedo jurar–
“Perdón por las manchas de ensalada, es que estoy enamorada.”

(Versión de Alberto García Ruvalcaba)

***


---------------------------------------



Marginalia
Sometimes the notes are ferocious,

skirmishes against the author
raging along the borders of every page
in tiny black script.
If I could just get my hands on you,
…Kierkegaard, or Conor Cruise O’Brien,
they seem to say,
I would bolt the door and beat some logic into your head.

Other comments are more offhand, dismissive –

“Nonsense.” “Please!” “HA!!” –
that kind of thing.
I remember once looking up from my reading,
my thumb as a bookmark,
trying to imagine what the person must look like
why wrote “Don’t be a ninny”
alongside a paragraph in The Life of Emily Dickinson.

Students are more modest

needing to leave only their splayed footprints
along the shore of the page.
One scrawls “Metaphor” next to a stanza of Eliot’s.
Another notes the presence of “Irony”
fifty times outside the paragraphs of A Modest Proposal.

Or they are fans who cheer from the empty bleachers,

Hands cupped around their mouths.
“Absolutely,” they shout
to Duns Scotus and James Baldwin.
“Yes.” “Bull’s-eye.” My man!”
Check marks, asterisks, and exclamation points
rain down along the sidelines.

And if you have manage to graduate from college

without ever having written “Man vs. Nature”
in a margin, perhaps now
is the time to take one step forward.

We have all seized the white perimeter as our own

and reached for a pen if only to show
we did not just laze in an armchair turning pages;
we pressed a thought into the wayside,
planted an impression along the verge.

Even Irish monks in their cold scriptoria

jotted along the borders of the Gospels
brief asides about the pains of copying,
a bird signing near their window,
or the sunlight that illuminated their page-
anonymous men catching a ride into the future
on a vessel more lasting than themselves.

And you have not read Joshua Reynolds,

they say, until you have read him
enwreathed with Blake’s furious scribbling.

Yet the one I think of most often,

the one that dangles from me like a locket,
was written in the copy of Catcher in the Rye
I borrowed from the local library
one slow, hot summer.
I was just beginning high school then,
reading books on a davenport in my parents’ living room,
and I cannot tell you
how vastly my loneliness was deepened,
how poignant and amplified the world before me seemed,
when I found on one page

A few greasy looking smears
and next to them, written in soft pencil-
by a beautiful girl, I could tell,
whom I would never meet-
“Pardon the egg salad stains, but I’m in love.”


-----------------------------------------------



Marginalia realizada por M. Proust en  "En busca del Tiempo Perdido".










Marginalia de Sir Isaac Newton.


FUENTE:







jueves, 8 de octubre de 2015

EXPEDIENTE Nº 1788 DEL ARCHIVO DEL REINO DE GALICIA: " A CAUSA CONTRA MANUEL BLANCO "O HOME LOBO" ".

 «Hoy no sería condenado a muerte, porque no hay pena de muerte (...). Hoy en día los hombres lobo que hay andan por las calles».

Miguel Ángel Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia

     


El hombre lobo indultado por la reina


Un facsímil editado por la Xunta recupera la reseña del 

proceso judicial abierto a mediados del siglo XIX a 

Manuel Blanco Romasanta, la única causa por 

licantropía instruida en España









El Arquivo do Reino de Galicia custodia los originales del proceso judicial abierto a Manuel Blanco Romasanta, el famoso lobishome de Allariz. Buena parte de esa documentación se recopila en el facsímil A causa contra Manuel Blanco 'O home lobo', editado por la Consellería de Cultura. Se trata del único caso por licantropía conocido en la historia de la Justicia española.

"Pretende que en algunas temporadas tiene la desgracia de convertirse en lobo y entonces, contra su voluntad, se ve obligado a desgarrar a su prójimo con uñas y dientes", consta en esta reseña de la causa que era cómo explicaba Manuel Blanco Romasanta sus actos, entre ellos los nueve asesinatos por los que fue condenado.

La extensa reseña publicada en 1859 por el abogado defensor de Romasanta, Manuel Rúa Figueroa, viene en esta edición acompañada de varios artículos y de un mapa de la Carta Geométrica de Domingo Fontán de la zona de Ourense donde ocurrieron los hechos. También se incluye un CD con el expediente judicial completo junto con varios textos y material audiovisual acerca de la causa.

La villa de Allariz, que en los últimos años ha trascendido fronteras debido a la restauración de su casco antiguo, reconocida y premiada internacionalmente, alcanzó la fama a mediados del siglo XIX por motivos bien diferentes. El juzgado alaricano fue el encargado de instruir y juzgar en primera instancia la causa de Romasanta, por haber ocurrido los nueve asesinatos de los que se le acusaba en su territorio jurisdiccional, aunque el proceso fue llevado a puerto por la Audiencia Territorial de A Coruña, sucesora de la Real Audiencia de Galicia, de la que dependía el partido de Allariz.

Desde el punto de vista jurídico, el caso tuvo lugar en pleno "período de luces y sombras" para el derecho penal, con sucesivas reformas resultado de la lucha llevada a cabo por los liberales desde principios de siglo, según expone en un artículo de esta edición el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas, que ayer presentó la obra en el Arquivo do Reino de Galicia con el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo.
En otro de los artículos editados junto con el facsímil, la directora del Arquivo, Carmen Prieto, que también participó en la presentación, destaca la importancia de los fondos del Arquivo Real de Galicia, heredero de la Real Audiencia de Galicia y de la Audiencia Territorial, para conocer la historia moderna y contemporánea gallega.
La directora del archivo también señala la gran difusión de la causa, de la que se realizaron más de 7.000 copias en papel y casi 6.000 copias digitales desde el año 2003. Tras ser "olvidada" en las décadas finales del XIX, fue recuperada por Vicente Risco en su discurso de entrada en la RAG, e inspiró estudios, novelas, documentales, películas y ocupó gran cantidad de espacio en periódicos, blogs, radio y televisión.
El desenlace del caso
El acusado, condenado primero a pena de muerte, fue indultado por la reina Isabel II después de que ésta recibiese varias cartas. Una la enviaba el compostelano Manuel Rúa Figueroa, abogado del acusado, y se basaba en que la única prueba para imponerle ese castigo era su propia confesión, ya que no había rastro de los cadáveres. De Rúa Figueroa se tienen pocas referencias, varias de ellas aludiendo a su trabajo como defensor de los pobres. Otra de estas cartas, enviada desde la Universidad de Argel, estaba firmada por un tal Mr. Philips, pseudónimo que se cree que escondía la identidad de un hipnotista francés que quería estudiar científicamente a Romasanta por considerar que este sufría de licantropía. Según los trabajos más recientes, se apunta a que el acusado podría sufrir un trastorno de personalidad o estar bajo los efectos de alucinógenos.
Finalmente, tras el indulto real, Romasanta cumplió cadena perpetua hasta que, según afirman las últimas investigaciones, un cáncer de estómago acabó con su vida en un penal de Ceuta, en diciembre de 1863. Sin embargo, el halo de leyenda que envuelve la vida de Romasanta también alcanza su muerte. A día de hoy no se sabe con certeza dónde descansan sus restos.

                                        -------------------------------------------------------


















FUENTES:

http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2015/06/09/hombre-lobo-indultado-reina/964747.html

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/coruna/coruna/2015/06/09/causa-contra-romasanta-hombre-lobo-facsimil/0003_201506H9C7991.htm

http://www.elidealgallego.com/articulo/coruna/libro-recoge-detalle-juicio-seguido-romasanta-1852/20150608225344244629.html

http://politica.elpais.com/politica/2015/07/25/actualidad/1437847851_079373.html

https://dspace.usc.es/bitstream/10347/4054/1/pg_325-356_penales27.pdf

http://ourensedixital.com/romasanta/a_juridica/index.htm

https://libraria.xunta.gal/es/a-causa-contra-manuel-blanco-o-home-lobo-expediente-xudicial-da-audiencia-territorial-da-coruna





lunes, 5 de octubre de 2015

EL MEJOR BANCO DEL MUNDO.

“Estás hablando por teléfono, alguien te lo pagará. Quien te paga el teléfono, que te pague la deuda. En algún sitio vivirás. Quien te acoge, que te pague la deuda”.
Lindorff España S.L.U. a un cliente de Bankia.






EL MEJOR BANCO DEL MUNDO no tiene un céntimo (tampoco tiene deudas), nunca podrá robarte ni quitarte tu casa y mucho menos dejarte en manos de esos carroñeros (fondos buitres) y asustaviejas llamados "empresas de recobro" ( CORPORACIÓN LEGAL 2001 S.L., LINDORFF España s.l.u., etc.) que tan bien campan últimamente a sus anchas en nuestro país, gracias a que las leyes, en España, velan bastante más por los intereses de las entidades financieras - Código Civil, Ley de Enjuiciamiento Civil, Ley Hipotecaria, Ley de protección de datos y un largo etcétera - que por los de sus ciudadanos. Lo único que saben hacer bien estos indeseables es conseguir tu teléfono, gracias a que las compañías de telefonía móvil y fija les venden los datos de sus clientes y como casi siempre lo que reclaman son cantidades pequeñas (que nunca te justifican documentalmente) y que muchos afectados terminan pagando para que les dejen en paz. Una conducta legal, porque las leyes amparan su actuación, pero ya sabemos que no siempre (demasiadas veces) está la Justicia en las palabras de la Ley. La usura sigue siendo legal. Los pocos cambios que ha habido,últimamente, se deben más a la enorme crisis económica y a la presión social que a la buena voluntad del legislador y los representantes políticos (de todos los colores, callados como meretrices ante los abusos de la banca). Y es que el mejor banco del mundo es uno muy sencillo, de madera , que sirve para sentarse y que está encima de uno de los hermosos Acantilados de Loiba, en Burela (Lugo).
























El Sr. Consejero Delegado de Corporación Legal 2001 S.L., muy sonriente, en la sede de la empresa.




Protesta laboral en una sede de Lindorff. Por una vez sustituyen los teléfonos por los silbatos.







Fuentes:

http://elviajero.elpais.com/elviajero/2015/09/24/actualidad/1443090359_977773.html


http://www.abc.es/viajar/20150617/abci-banco-loiba-galicia-201506171603.html


https://es.wikipedia.org/wiki/Fondo_buitre


http://www.tekkenforce.net/foro/viewtopic.php?t=3988


http://www.foroantiusura.org/threads/7267-corporaci%C3%B3n-legal


https://www.diagonalperiodico.net/global/20225-quien-te-acoge-te-pague-la-deuda-al-habla-fondos-buitre.html



n.r.p.