"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

miércoles, 24 de febrero de 2016

PRÓLOGO DE ARTURO PÉREZ REVERTE A "UNA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO VA A GUSTAR A NADIE", DE JUAN ESLAVA GALÁN.

"Financia la operación el multimillonario Juan March, que desde hace tiempo sufraga a los golpistas desde su exilio en Biarritz. Alguien había profetizado: "O la República acaba con March, o March acabará con la República".

"Dos Españas separadas por una tapia. La del cementerio. Canciones dictadas por el odio de uno y otro lado comienzan a escucharse en el campo, en el taller, en los cuarteles..."

"Muchas parroquias se quedan huérfanas de cura. Seminaristas, sacerdotes y frailes se suman,fusil en mano, el insólito correaje militar encima de las sotanas, a la columna con la que el general Mola pretende conquistar Madrid".

"Incluso a nivel personal, los amigos que ayer bromeaban sobre su pertenencia a bandos poíticos opuestos se convierten de pronto en irreconciliables enemigos. La escisión afecta también a las familias".

Juan Eslava Galán. "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie". Editorial Planeta. Barcelona, 2014.


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"El viejo Goya lo pintó mejor que nadie: dos gañanes enterrados hasta las corvas, matándose a garrotazos. La sombra de Caín es alargada, en España. Lo fue siempre, y la guerra civil que se cuenta en este libro es cumplida prueba de ello. Juan Eslava Galán nos cuenta -en realidad nunca ha dejado de hacerlo- una historia trágica, violenta, retorcida en ocasiones hasta el esperpento con esos trágicos quiebros de humor negro que también, inevitablemente, son ingredientes de nuestra ibérica olla.
Una república desventurada en manos de irresponsables, de timoratos y asesinos, un ejército en manos de brutos y matarifes, un pueblo despojado e inculto, estaban condenados a empapar de sangre esta tierra. Luego, prendida la llama, la arrogancia de los privilegiados, el rencor de los humildes, la desvergüenza de los políticos, el ansia de revancha de los fuertes, la ignorancia y el odio hicieron el resto. No bastaba vencer; era necesario perseguir al adversario hasta el exterminio. Murió más gente en la represión que en los combates; en ambos lados, analfabetos presidiendo tribunales gozaron de más poder que magistrados del Supremo. Hubo valor, por supuesto. Y decencia. Y lecciones de humanidad e inteligencia. Pero todo eso quedó sepultado por las pavorosas dimensiones de una tragedia que todavía hoy necesita reflexión y explicaciones. Este libro se aventura a ello, y lo consigue con amenidad y con una extraordinaria, abundante y rigurosa documentación que -ésa es quizá su principal virtud- ni siquiera se nota. Juan lo ha escrito a su manera, como suele. Como quien no quiere la cosa. Sin darle importancia y casi sin pretenderlo. Y por supuesto, sin buenos ni malos. Las dos Españas mamaron la misma leche. Estas páginas lo ponen de manifiesto de forma apasionante y estremecedora. Por eso se trata de una historia de la guerra civil que no le va a gustar a nadie. Ya era hora."

ARTURO PÉREZ-REVERTE,
De la Real Academia Española.





Juan Eslava Galán y Arturo Pérez-Reverte, en Las Navas de Tolosa (Jaén).