Hace 60.000 años, sólo 2.000 generaciones, un pequeño grupo de humanos africanos salió en busca de nuevas tierras y dio lugar a la gran diversidad física y cultural que hoy ha colonizado el planeta. Las pistas de este viaje al pasado se encuentran en el ADN. La genética nos cuenta que provenimos de unos humanos que vivían en el este de África hace 60.000 años y emigraron hacia Asia, por la costa, hasta llegar a Australia hace 50.000 años. Otra oleada de emigración, de la que proceden también la mayoría de los africanos, viajó hace 45.000 años a Oriente Medio y Asia Central y, desde allí, unos fueron hacia Europa (hace unos 35.000 años) y otros a Siberia (hace 20.000 años), de donde cruzaron a América. Somos de la misma familia africana, hace 60.000 años.
SPENCER WELLS. Biólogo molecular. DIRECTOR DEL PROYECTO GENOGRAPHIC.
https://genographic.nationalgeographic.com/
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“Los mediadores son afganos, somalíes o sirios, pero los que mandan, los que realmente hacen el dinero, tienen sus oficinas en Estambul”.
Mohammed el Homsi, abogado sirio refugiado.
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"La respuesta de los países europeos es vergonzosa y demuestra su fracaso en proteger a los refugiados sirios que huyen del conflicto. Europa sólo está centrada en construir una fortaleza en sus fronteras".
Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de Amnistía Internacional -España a El Mundo.
...PERO EUROPA OLVIDA SUS PROPIOS ORÍGENES Y CIERRA SUS PUERTAS.
http://elpais.com/especiales/2015/refugiados/
El precio de la desesperación
Las mafias ajustan sus precios en función de la nacionalidad de los migrantes que anhelan llegar a Europa
Natalia Sancha
Lesbos (Grecia)
15 AGO 2015 - 21:25 CEST
Una lancha se acerca a toda velocidad a las costas de la isla griega
de Lesbos. En el mástil ondea una bandera norteamericana. Lo conduce un
musculoso hombre con gafas de sol y gorra acompañado de un joven. Aunque
finjan serlo, no se trata de turistas, sino de traficantes con 15
somalíes a bordo. La operación ha de ser rápida para que los
guardacostas griegos no los intercepten. Les esperarían hasta 15 años de
cárcel. Con el motor en marcha, obligan a los migrantes a saltar al
agua en una rocosa zona oculta por la vegetación. Nerviosos y sin mirar
atrás emprenden la huida, arrastrando consigo a un joven cuyo pie se ha
quedado enganchado en la proa. Ante los gritos desesperados de los
compañeros, los traficantes reculan. El pie del joven, que lucha por
sacar la cabeza del agua, será por fin liberado.
Estos traficantes han cruzado los 14 kilómetros que separan la costa
turca de la griega en 15 minutos. “Salimos hace un mes de Somalia, a
través de Kenia, Irán hasta llegar a Turquía”, logra decir entre jadeos
Mohamed, uno de los migrantes a bordo. En cuarto de hora, los
traficantes se han embolsado 17.500 euros, a 1.160 por cabeza. Un
negocio que puede proporcionarles ganancias de hasta cuatro millones de
euros por mes, nutriéndose de la desesperación de los que huyen. Por
ejemplo, un traficante que envía tres barcas al día a Lesbos con una
media de 50 pasajeros cada una, algo habitual como ha podido comprobar
este periódico.
Avistar a un traficante hoy es difícil. Temerosos de los guardacostas
turcos y griegos, la mayoría envían las pateras sin patrón. En lo que
va de año, la policía griega ha detenido a 727 traficantes, tan sólo 100
más que el año anterior, mientras que el número de migrantes registrados
ha pasado de 32.000 a 156.000. Hamzi el Baradi desembarcaba de una
balsa pocos minutos después. Huyendo de Siria con su hijo recurrió a un
traficante.
Esmirna, en la costa turca, se ha convertido en uno de los epicentros
del negocio. Como si de una agencia de viajes se tratara, en la plaza
de Basma, los mediadores van a la caza de migrantes compitiendo en
precios. “Negocié 1.000 euros para mí y 600 para mi hijo de 10 años”,
cuenta el Baradi. “Nos condujeron durante cuatro horas en una furgoneta
hacinados con otras 45 personas hasta Estambul. De allí nos llevaron a
un lugar en la costa donde había tres zodiacs aparcadas. Zarpamos una
vez los informadores llamaron diciendo que el camino estaba libre de
guardacostas”. Tras cuatro años como refugiados en Líbano sin obtener
reasentamiento en Europa, los Baradi optaron por esta peligrosa ruta,
pero su única alternativa.
Los afganos pagan 750 euros, los sirios 1.000
Desbordados por la demanda, los traficantes hacinan a sus clientes.
En el interior de las decenas de zodiacs que flotan estos días en las
costas griegas como restos del viaje se lee: ‘ocupación máxima 13
personas’. Los pescadores locales aseguran que cargar más de 35 personas
es receta segura para un naufragio. En ellas meten hasta 65. Dos
semanas atrás, morían seis personas ahogadas. Otras cinco lo hacían en
una furgoneta huyendo de la policía turca. Los precios varían según el
país de origen. Los somalíes y afganos, con menos poder adquisitivo,
pagan de 750 a 900 euros. Los sirios, 1.000. Pocos podrán pagar los
1.160 a 1.300 que exigen las lanchas, cuyo recorrido es cuatro veces más
rápido que en patera. Su única inversión son los salvavidas, un bidón
de gasolina y la balsa con motor.
Escatimando recursos, es común que el motor se pare en medio del mar,
la balsa se desinfle o simplemente el carburante se agote. Una patera
lleva 30 minutos a la deriva. Ante las prisas de los traficantes, la
familia de los Nasser ha quedado dividida en dos pateras. Angustiados,
observan desde Lesbos un punto inmóvil en el mar. Sus hijos arriban en
tierra firme una hora después, relatando cómo sin combustible, los
jóvenes tuvieron que tirarse al agua y empujar la balsa. “Los mediadores
son afganos, somalíes o sirios, pero los que mandan, los que realmente
hacen el dinero, tienen sus oficinas en Estambul”, arremete Mohammed el
Homsi, abogado sirio refugiado recién llegado.
En las costas griegas, otro pequeño negocio comienza a surgir. Nada
más golpear las rocas, pescadores locales se lanzan primero a evacuar a
los bebés, luego a desmembrar las barcazas para aprovechar el material.
Los motores de zodiacs apenas valen un puñado de euros hoy en las islas.
En los países de origen, los falsificadores de pasaportes también hacen
su agosto, cobrando de 200 a 1.000 euros según relatan los que llegan.
Una vez en Grecia, los grupos de migrantes se dirigen al norte. De
nuevo, habrán de recurrir a los traficantes para sortear los controles
fronterizos con Macedonia. Rutas que llevan años funcionando según Damil
Esdras, responsable de la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM) en Grecia: “La red de traficantes está bien
implantada. Antes venían albaneses y serbios, hoy salen sirios, afganos y
somalíes”.
Conferencia de Spencer Wells, acerca de los orígenes de la humanidad:
(PARA ACTIVAR SUBTÍTULOS PARA EL SIGUIENTE VÍDEO, PULSAR ABAJO, A LA DERECHA)
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Documental "La travesía del hombre" (Journey of man), de National Geographic:
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http://www.casadellibro.com/libro-el-viaje-del-hombre-una-odisea-genetica/9789707773202/1150843
Fuentes:
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/15/actualidad/1439639813_087888.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/12/actualidad/1439391445_534923.html?rel=rosEP
https://es.wikipedia.org/wiki/Asilo_humanitario
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/31/ciencia/1180612847.html
n.r.p.