"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

domingo, 5 de julio de 2015

SEFARAD RECTIFICA, 523 AÑOS DESPUÉS.-


«La ley de nacionalidad de los sefardíes hace justicia a los españoles sin patria». 

 Manuel Mira, autor de 'El olivo que no ardió en Salónica'.








El 31 de Marzo de 1492 se firmó el Decreto de la Alhambra o Edicto de Granada,  la expulsión de los judíos de la Corona de Castilla y de la Corona de Aragón. Este Decreto fue redactado por la Inquisición, o más exactamente, por un inquisidor, concretamente por el inquisidor Torquemada. Fue formalmente abolido el 21 de Diciembre de 1969, es decir, 477 años después. Desde entonces, hasta la actualidad, ha habido numerosos gestos por parte de las autoridades españolas hacia las Comunidades sefardíes, pero no es hasta 2014 que se inician los trámites para conceder la nacionalidad, por carta de naturaleza (previa reforma del Código Civil) a todos los descendientes de los judíos expulsados en 1492. Quinientos veintitrés años después de la expulsión, la Historia devuelve el honor y la razón a quienes se vieron tan injusta e ignominiosamente tratados y expulsados.

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Decreto de Expulsión de los judíos de Aragón y Castilla:
“Don Fernando y Doña Isabel, por la gracia de Dios rey e reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Mallorca. . . duques de Atenas y Neopatria. Al Príncipe don Juan, nuestro hijo, e a los Infantes, prelados, duques, marqueses, condes. . . a los concejos, corregidores, alcaldes de todas las ciudades, villas y lugares de nuestros reinos, y a las aljamas de los judíos y a todos los judíos y personas singulares, de cualquier edad que sean. . . salud y gracia. Sepades e saber debedes que porque Nos fuimos informados que hay en nuestros reinos algunos malos cristianos que judaizaban de nuestra Sancta Fe Católica, de lo cual era mucha culpa la comunicación de los judíos con los cristianos , en las Cortes de Toledo de 1.480 mandamos apartar los judíos en todas las ciudades, villas y lugares de nuestros reinos, dándoles juderías y lugares apartados donde vivieran juntos en su pecado, pensando que se remorderían; e otrossi ovimos procurado que se ficiese Inquisición, . . por la que se han hallado muchos culpables, según es notorio. Y consta ser tanto el daño que se sigue a los cristianos de la comunicación con los judíos, los cuales se jactan de subvertir la fe católica, que los llevan a su dañada creencia. . . procurando de circuncidar a sus hijos, dándoles libros para escribir y leer las historias de su ley. . . persuadiéndoles de que guarden la ley de Moisés, faciéndoles entender que no hay otra ley nin verdad sino aquella; lo cual todo consta por confesiones de los mismos judíos y de quienes han sido pervertidos, lo cual ha redundado en oprobio de la Fe Católica. Por ende, Nos, en concejo e parescer de algunos prelados, e grandes e caballeros, e de otras personas de ciencia e de conciencia, aviendo avido sobrello mucha deliberación, acordamos de mandar salir a todos los judíos de nuestros reinos, que jamás tornen; e sobrello mandamos dar esta carta por la cual mandamos. . . que fasta el fin del mes de julio que viene salgan todos con sus fijos, de cualquier edad que sean, e non osen tornar. . . bajo pena de muerte. E mandamos que nadie de nuestros reinos sea osado de recebir, acoger o defender pública o secretamente a judío nin judía pasado el término de julio. . . so pena de confiscación de todos sus bienes. Y porque los judíos puedan actuar como más les convenga en este plazo, les ponemos bajo nuestra protección, para que puedan vender, enagenar o trocar sus bienes. Les autorizamos a sacar sus bienes por tierra y mar, en tanto non seya oro nin plata, nin moneda nin las otras cosas vedadas. Otrossí mandamos a nuestros alcaldes, corregidores. . . que cumplan y hagan cumplir este nuestro mandamiento. Y porque nadie pueda alegar ignorancia mandamos que esta Carta sea pregonada por plazas e mercados”.
Dado en Granada, a treinta y uno de marzo de 1.492












Preámbulo Ley 12/2015, de 24 de Junio, de concesión de nacionalidad española a los sefardíes:



Se denomina sefardíes a los judíos que vivieron en la Península Ibérica y, en particular, a sus descendientes, aquéllos que tras los Edictos de 1492 que compelían a la conversión forzosa o a la expulsión tomaron esta drástica vía. Tal denominación procede de la voz «Sefarad», palabra con la que se conoce a España en lengua hebrea, tanto clásica como contemporánea. En verdad, la presencia judía en tierras ibéricas era firme y milenaria, palpable aún hoy en vestigios de verbo y de piedra. Sin embargo, y por imperativo de la historia, los judíos volvieron a emprender los caminos de la diáspora, agregándose o fundando comunidades nuevas sobre todo en el norte de África, en los Balcanes y en el Imperio Otomano.
Los hijos de Sefarad mantuvieron un caudal de nostalgia inmune al devenir de las lenguas y de las generaciones. Como soporte conservaron el ladino o la haketía, español primigenio enriquecido con los préstamos de los idiomas de acogida. En el lenguaje de sus ancestros remedaban los rezos y las recetas, los juegos y los romances. Mantuvieron los usos, respetaron los nombres que tantas veces invocaban la horma de su origen, y aceptaron sin rencor el silencio de la España mecida en el olvido.
La memoria y la fidelidad han permanecido a lo largo de los tiempos en una numerosa comunidad que mereció el honor de recibir su reconocimiento con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1990. Fue una decisión animada por el deseo de contribuir, después de casi cinco siglos de alejamiento, a un proceso de concordia que convoca a las comunidades sefardíes al reencuentro con sus orígenes, abriéndoles para siempre las puertas de su antigua patria. El otorgamiento de este premio había sido precedido, poco antes por un acontecimiento histórico: la primera visita de un Rey de España a una sinagoga. Fue el 1 de octubre de 1987 en el templo sefardí Tifereth Israel de Los Ángeles, California.
En los albores del siglo XXI, las comunidades sefardíes del mundo se enfrentan a nuevos desafíos: algunas quedaron maltrechas bajo la furia de los totalitarismos, otras optaron por los caminos de retorno a su añorada Jerusalén; todas ellas vislumbran una identidad pragmática y global en las generaciones emergentes. Palpita en todo caso el amor hacia una España consciente al fin del bagaje histórico y sentimental de los sefardíes. Se antoja justo que semejante reconocimiento se nutra de los oportunos recursos jurídicos para facilitar la condición de españoles a quienes se resistieron, celosa y prodigiosamente, a dejar de serlo a pesar de las persecuciones y padecimientos que inicuamente sufrieron sus antepasados hasta su expulsión en 1492 de Castilla y Aragón y, poco tiempo después, en 1498, del reino de Navarra. La España de hoy, con la presente Ley, quiere dar un paso firme para lograr el reencuentro de la definitiva reconciliación con las comunidades sefardíes.


La formación en España de una corriente de opinión favorable a los sefardíes proviene de tiempos de Isabel II, cuando las comunidades judías obtuvieron licencias para poseer cementerios propios, por ejemplo, en Sevilla y, más tarde, la autorización para abrir algunas sinagogas.
Siendo Ministro de Estado Fernando de los Ríos se estudió por la Presidencia del Gobierno la posibilidad de conceder, de manera generalizada, la nacionalidad española a los judíos sefardíes de Marruecos, pero se abandonó la idea por la oposición que se encontró en algunos medios magrebíes. También es de justicia reconocer que en 1886, a impulsos de Práxedes Mateo Sagasta, y en 1900 bajo la promoción del senador Ángel Pulido, se inició un acercamiento hacia los sefardíes, fruto del cual el Gobierno autorizó la apertura de sinagogas en España, la fundación de la Alianza Hispano-Hebrea en Madrid en 1910 y la constitución de la Casa Universal de los Sefardíes en 1920. Todo ello reforzó los vínculos entre los sefardíes y España.
Históricamente, la nacionalidad española también la adquirieron los sefardíes en circunstancias excepcionales. Ejemplo de ello fue el Real Decreto de 20 de diciembre de 1924, en cuya exposición de motivos se alude a los «antiguos protegidos españoles o descendientes de éstos y, en general, a los individuos pertenecientes a familias de origen español que en alguna ocasión han sido inscritas en registros españoles y estos elementos hispanos, con sentimientos arraigados de amor a España, por desconocimiento de la ley y por otras causas ajenas a su voluntad de ser españoles, no han logrado obtener nuestra nacionalidad». Se abría así un proceso de naturalización que permitía a los sefardíes obtener la nacionalidad española dentro de un plazo que se prolongó hasta 1930. Apenas tres mil sefardíes ejercitaron ese derecho. Sin embargo, después de finalizado el plazo, muchos recibieron la protección de los Cónsules de España incluso sin haber obtenido propiamente la nacionalidad española.
El transcurso de la II Guerra Mundial situó bajo administración alemana a aproximadamente doscientos mil sefardíes. Florecientes comunidades de Europa Occidental y, sobre todo, de los Balcanes y Grecia padecieron la barbarie nazi con cifras sobrecogedoras como los más de cincuenta mil muertos de Salónica, una ciudad de profunda raíz sefardí. El sacrificio brutal de miles de sefardíes es el vínculo imperecedero que une a España con la memoria del Holocausto.
El Real Decreto de 20 de diciembre de 1924 tuvo una utilidad inesperada en la que probablemente no pensaron sus redactores: fue el marco jurídico que permitió a las legaciones diplomáticas españolas, durante la Segunda Guerra Mundial, dar protección consular a aquellos sefardíes que habían obtenido la nacionalidad española al amparo de ese Decreto. El espíritu humanitario de estos diplomáticos amplió la protección consular a los sefardíes no naturalizados y, en último término, a muchos otros judíos. Es el caso, entre otros, de Ángel Sanz Briz en Budapest, de Sebastián de Romero Radigales en Atenas, de Bernardo Rolland de Miotta en París, de Julio Palencia en Sofía, de José de Rojas y Moreno en Bucarest, de Javier Martínez de Bedoya en Lisboa, o de Eduardo Propper de Callejón en Burdeos. Miles de judíos escaparon así del Holocausto y pudieron rehacer sus vidas.


En la actualidad existen dos cauces para que los sefardíes puedan obtener la nacionalidad española. Primero, probando su residencia legal en España durante al menos dos años, asimilándose ya en estos casos a los nacionales de otros países con una especial vinculación con España, como las naciones iberoamericanas. Y, en segundo lugar, por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales. Como corolario, la Ley concreta ahora que concurren aquellas circunstancias excepcionales a que se refiere el artículo 21 del Código Civil, en los sefardíes originarios de España, que prueben dicha condición y su especial vinculación con España. Asimismo determina los requisitos y condiciones a tener en cuenta para la justificación de aquella condición. Con ello se satisface una legítima pretensión de las comunidades de la diáspora sefardí cuyos antepasados se vieron forzados al exilio. Entre la documentación solicitada adquiere singular relevancia el certificado expedido por la Federación de Comunidades Judías de España, en coherencia con el contenido del Acuerdo de Cooperación con el Estado aprobado por la Ley 25/1992, de 10 de noviembre.
Asimismo, es necesario proceder también, como complemento de lo anterior, a la reforma del artículo 23 del Código Civil para evitar que al adquirir la nacionalidad española deban renunciar a la previamente ostentada. Hasta el momento, los sefardíes son los únicos a quienes, concediéndoseles la nacionalidad con dos años de residencia se les obliga a esta renuncia.
En definitiva, la presente Ley pretende ser el punto de encuentro entre los españoles de hoy y los descendientes de quienes fueron injustamente expulsados a partir de 1492, y se justifica en la común determinación de construir juntos, frente a la intolerancia de tiempos pasados, un nuevo espacio de convivencia y concordia, que reabra para siempre a las comunidades expulsadas de España las puertas de su antiguo país.

La norma se estructura en dos artículos, cuatro disposiciones adicionales, una disposición transitoria y seis disposiciones finales.




















El legado judío en España, de la mano de Google:

http://www.redjuderias.org/google/




 Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Edicto_de_Granada

 http://www.boe.es/boe/dias/2015/06/25/pdfs/BOE-A-2015-7045.pdf


http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/31/andalucia/1306855495.html


 http://revistadeletras.net/benhabib-europa-esta-viviendo-un-momento-de-distopia/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+revistadeletras+%28Revista+de+Letras%29


 http://www.abc.es/espana/20140217/abci-anhelado-regreso-sefarad-201402161856.html


 https://es.wikipedia.org/wiki/Sefarad

 http://www.elmundo.es/espana/2014/02/18/5303aaf4ca4741055a8b457e.html


http://www.millenniumdipr.com/ba-18-shalom-sefarad-una-erensya-envenenada-parte-i



n.r.p.



sábado, 4 de julio de 2015

ISLAS CÍES, EL LUGAR ESCOGIDO POR DIOS PARA DESCANSAR...

Dios descansó en las Islas Cíes el séptimo día tras crear el mundo“.
Anónimo.






Según una leyenda local, Dios descansó al séptimo día de la creación apoyado sobre Galicia. Las huellas de sus dedos formaron las Rías Baixas y al sacudirse los restos de tierra salpicó la costa de microarchipiélagos como Las Cíes, cinturón natural que protege la entrada de la Ría de Vigo

Declaradas en 1980 Parque Natural e incluidas desde 2002 en el Parque nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia junto con las Islas de Ons, Sálvora y Cortegada a lo largo de las Rías Baixas, el archipiélago de Las Cíes es el conjunto insular más emblemático de Galicia. 

Lo forman varios islotes menores y tres grandes islas: Monteagudo, al norte; Isla del Faro, en medio y San Martiño, al sur. La isla norte y la del medio están unidas por un rústico camino de piedra (sedimentado sobre una cetaria de mariscos y crustáceos)  que cierra un pequeño embalse natural de agua salada conocido como A lagoa dos nenos (la laguna de los niños) de gran valor ecológico. 


Pobladas desde la Edad de Hierro, Las Cíes fueron documentadas desde la antigüedad: para Herodoto son las Kassitérides, islas del estaño de donde tanto fenicios como cartagineses extraían este metal. Para el eminente geógrafo Claudio Ptolomeo eran las Islas de los Dioses aunque sólo cuenta dos en su libro Iberia, y para Plinio el Viejo eran Las Siccas o islas áridas. En la Edad Media, estuvieron pobladas por campesinos y pastores de cabras e incluso se fundó allí el Monasterio benedictino de San Estevo, en la actualidad Centro de Interpretación de la Naturaleza y Oficina de Información. Entre los siglos XVI y XVII fueron asoladas por piratas como Francis Drake, provocando su despoblación, aunque se mantuvieron habitadas y a finales del siglo XIX había 120 personas censadas que trabajaban en fábricas de salazón. 
Este número fue decayendo hasta la despoblación, hacia 1970. Sin embargo, paralelamente sus encantos naturales fueron atrayendo desde la década de los 50 un turismo masivo que obligó a protegerlas y a restringir el flujo de visitantes a 2.200 al día. 


 Las Cíes ocupan más de 430 hectáreas asalvajadas y cinceladas por los embates del Atlántico y la furia del viento norte. El resultado son unos espectaculares acantilados salpicados con matorrales de toxos, jaras y silveiras; dunas de arena fina con flora única como la camariña (pequeño arbusto de frutos blancos, en peligro de extinción) y la armeria, hierba de enamorar, que las meigas utilizaban para elaborar bebedizos mágicos, además de margaritas, gramíneas y feo de playa (barrón, planta perenne que arraiga fácilmente en las dunas).
Famosas por sus playas de arena blanca y mullida con aguas cristalinas y gélidas, verdoseadas por bosques de algas que se pegan a las rocas llenas de percebes, mejillones y erizos de mar, las aguas de Las Cíes ocultan unos incomparables fondos marinos repletos de vida: anémonas, camarones, centollas, meros, rodaballos y lenguados conviven en armonía junto a restos arqueológicos. 

Para su conservación, está prohibido la pesca submarina y para hacer inmersiones se precisa un permiso especial. Mientras por el mar va el mero, por la tierra corren conejos, lagartos y erizos. Condicionadas por el clima, en las costas orientales los pinos y eucaliptos llegan hasta la playa, mientras que en la vertiente oeste predominan abruptos acantilados, refugio y morada de aves protegidas como la gaviota patiamarilla (con su mayor colonia europea en las islas) y cormoranes. 

Con el fin de mantener a salvo toda esta fauna y flora autóctona, está totalmente prohibido molestarles o tocarles, arrancar plantas y la entrada de animales domésticos en las islas, salvo los perros guía.













































 








Fuentes: 


 http://www.theguardian.com/travel/2007/feb/16/beach.top10

 http://tendencias.vozpopuli.com/destinos/3393-razones-para-perderse-en-las-islas-cies

 http://www.nomadea.com/galicia/islas-cies.html

 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2007/02/19/actualidad/1171839602_850215.html


 https://es.wikipedia.org/wiki/Islas_C%C3%ADes


 http://www.turismodevigo.org/es/playa-de-rodas



n.r.p.

sábado, 27 de junio de 2015

"ITZEA", GUARDIANA DEL TESORO DE LOS BAROJA.-




Hallado un libro inédito de Pío Baroja sobre la Guerra Civil

'Los caprichos de la suerte' cierra la trilogía del autor sobre el conflicto

El manuscrito fue encontrado en Itzea, la casa familiar de los Baroja en Bera (Navarra)

 

 


Pío Baroja (centro) posa durante una reunión con familiares y amigos en su casa 'Itzea', en Vera, en 1955. / EFE





Con un hombre que viaja a pie de Madrid a Valencia mientras comprueba los jirones de vida que España se ha dejado en la Guerra Civil empieza la novela inédita de Pío Baroja, Los caprichos de la suerte. Con esta obra el escritor donostiarra (San Sebastián, 1872 - Madrid, 1956) cerraba la trilogía de la Guerra Civil española, Las Saturnales, iniciada con El cantor vagabundo y Miserias de la guerra, publicada en 2006. Es el último hallazgo barojiano, encontrado en una carpeta olvidada en los archivos de Itzea, la casa familiar de los Baroja en Bera (Navarra), y que confirma tres elementos del escritor: su obsesión por el conflicto español y las teorías sobre sus causas, la presencia de un amor frustrado, habitual en su narrativa, y su estilo directo y claro.

Un hallazgo que aparece unos 65 años después de haber sido escrito y que será publicado en noviembre por Espasa, según informaba ayer el diario ABC. El libro tendrá dos presentaciones: la primera es la novela como tal con un prólogo posicional y la segunda en la colección Austral, en edición no crítica pero sí filológica y con un prólogo de José-Carlos Mainer sobre Baroja y la Guerra Civil. Mainer es el encargado de esta edición y de las Obras completas del escritor en Galaxia Gutenberg.

Los caprichos de la suerte confirma y amplía, según Mainer, “la visión absolutamente negativa de la Guerra Civil. Baroja consideraba que fue una barbaridad y que la culpa la tuvo en buena medida la democratización de la política, y la politización de la sociedad española, incluso la República, donde la gran víctima fue la burguesía”.


Es parte de la mirada de Juan de Oyarzun, aquel hombre que cruza España a pie, y a través del cual se vislumbra la vida de Pío Baroja. Su gusto por las caminatas y la observación de los paisajes y sus descripciones impresionistas mezcladas de reflexiones. Y su obsesión: la Guerra Civil. A medida que la novela avanza, los tintes autobiográficos también lo hacen. De Madrid a Valencia, de Valencia a París, y luego a América, un viaje que siempre tuvo en mente Pío Baroja.

Censura del franquismo

“No hemos descubierto El árbol de la ciencia, ni es una de sus grandes obras, pero sí tiene un enorme interés para completar su trilogía de la Guerra y sus reflexiones sobre la misma”, asegura José-Carlos Mainer.

Como el mismo De Oyarzun, la trama de la nueva novela tiene tres estaciones, cuenta Mainer: nace y procede de Los caprichos del destino, una novela corta de comienzos de los años cuarenta; se desarrolla y finalmente se hace grande en el libro ahora hallado, Los caprichos de la suerte. De éste nacerán, además, dos nuevas obras barojianas: El hotel del cisne y Aquí, París.

La novela hallada, escrita entre 1948 y no más tarde de 1952, seguramente fue creada en Madrid, pero apareció en Itzea, en aquel caserón de tres plantas rodeado de árboles que Pío Baroja compró en 1912 a las afueras de Bera y cerca del arroyo de Xantelerreka, en Navarra. Allí, en las carpetas organizadas por la familia, aguardaba esta historia de la cual algo avanzaba ya Miguel Sánchez-Ostiz en 2006 en el prólogo de Miserias de la Guerra: “No hay, que yo sepa, versión final, sino tres paquetes de cuartillas mecanografiadas cosidas con liza, perfectamente publicables porque apenas tienen (o necesitan) correcciones”. Una publicación que el franquismo truncó. Hasta ahora. Cuando en otoño aparezcan Los caprichos de la suerte, se completará el proyecto literario y de pensamiento de Baroja. Si las dos primeras partes están en el marco de la Guerra Civil, la tercera se sitúa a comienzos de la posguerra y de la II Guerra Mundial.

El original de la novela inédita son unos folios manuscritos de Baroja. Tradicionalmente, el escritor los pasaba luego a alguien para que lo mecanografiara, muchas de las veces a José García Mercadal, según recuerda José-Carlos Mainer. Y no eran cuartillas comunes. A Baroja le gustaba que fueran mecanografiadas de manera apaisada, con lo cual cada línea era más larga y permitía avanzar rápidamente al girar menos el rodillo de la máquina. Son poco más de 200 hojas con muchas anotaciones, apuntes y añadidos, cuya cuidadosa transcripción ha hecho Ernesto Viamonte.
“Pío Baroja se pasó la posguerra escribiendo sobre la Guerra Civil y ahora se completa su mirada y panorama”, afirma Mainer. Para el catedrático, escritor y crítico, las tres novelas están interconectadas más allá del tema central. Lo más barojiano de Los caprichos de la suerte, cuenta Mainer, es la descripción del viaje inicial “con fuerza e intensidad que no es fácil encontrar en el último Baroja por su enorme sensibilidad del paisaje”. Es la mirada de aquel hombre que desde el centro del país camina y camina mientras ve que la España del ayer sombrío sigue ahí.

Se completa el corpus de Baroja


Que existía una trilogía, unos textos inconclusos, que se conservaban en la casa de los Baroja en Bera, siempre se ha sabido. En 1972, año del centenario del nacimiento de Baroja, en una exposición en la Biblioteca Nacional, ya se mostraron algunas cuartillas, fragmentos de esa trilogía. Ya entonces Andrés Amorós quiso publicar ese mismo año un texto hallado y titulado Madrid y la revolución, a cuya publicación se opuso la familia. En la muy útil y documentada Guía de Pío Baroja. El mundo barojiano, que editó el otro sobrino de don Pío, Pío Caro Baroja, ya se hablaba, en el apartado de novelas inéditas, de algunos títulos escritos a finales de su vida —el año que viene, 2016, se cumplen 60 años de su muerte—, donde se encontrarían algunos de estos textos incompletos, confusamente ordenados, y más delicados. Se decía en 1987, año de aparición de esta Guía, que era propósito de la familia “darlas a la lux con un estudio”. Algunos de estos libros se han ido publicando en los diez últimos años en la propia editorial familiar, Caro Raggio Editor, que lleva ahora el hijo de Pío Caro Baroja. Y en 2006 apareció Miserias de la guerra (Alianza) y en noviembre llegará Los caprichos de la suerte (Espasa).

Es de esperar que la publicación de la novela inédita acabe por completar el siempre vivo y complicado corpus narrativo de un autor que frente a polémicas y leyendas sigue siendo estando vigente. Un escritor siempre vivo y lleno de interés. 



 Fuente:

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/06/26/actualidad/1435335429_477549.html

 http://cultura.elpais.com/cultura/2014/11/16/actualidad/1416167450_067812.html

 LUZ DEL TIEMPO EN ITZEA.

http://www.abc.es/cultura/libros/20150626/abci-hallada-novela-inedita-baroja-201506252159.html

http://www.elmundo.es/larevista/num206/textos/casa1.html

CARO REGGIO EDITOR

 http://blogs.diariovasco.com/apartirdelos50/2013/08/22/visita-a-itzea-aires-de-otro-siglo/



















































n.r.p.

martes, 23 de junio de 2015

INTERNET versus PRIVACIDAD (II): FACEBOOK NOS TIENE FICHADOS A TODOS.-

Facebook ya tiene una ficha sobre ti, aunque no seas usuario la red social


facebook-logoLe ha llegado la hora a Facebook. Empezaré por lo más básico: Facebook tienen una ficha de tu abuelo, aunque tu abuelo no sea usuario de Facebook. Subes una foto en la que estás con tu abuelo; subes otra y Facebook une caras por medio del reconocimiento facial; en una publicación dijiste que tu abuelo se llama ‘Juan’ y ¡Zas! Abuelo + Juan + 2 x foto +… Cuando te creas una cuenta en Facebook, le autorizas para que extraiga información de todos los contenidos que publicas, para que los una, para que los reutilice…

Facebook


He analizado sus condiciones, su política de privacidad y su política de cookies y esto es lo que he encontrado:

  • Facebook trata igual los datos de niños de 13 a 17 años y de adultos de 18 o más años.
  • Autorizamos a Facebook para que recopile y analice:
    • Cada gesto que hacemos en su web. Desde la introducción de nuestro nombre y apellidos en el registro, hasta la frecuencia y duración de nuestras actividades.
    • La forma en que nos relacionamos con otras personas: con quién, cómo, cuándo, con qué frecuencia…
  • Facebook vincula a nuestra ficha la información que otras personas publican en la red social. En caso de que no exista tu ficha, Facebook igualmente la recopila y la prepara para ligarla a tu futura ficha. Facebook tiene información sobre ti, aunque no tengas cuenta en Facebook.
  • Autorizamos a Facebook para que analice y trate nuestra libreta contactos, con direcciones y datos personales de otras personas.
  • Cuando compramos a través de Facebook, autorizamos a la red social para que sepa: qué hemos comprado, a quién se lo hemos comprado, qué medio de pago hemos usado (¿bitcoins?), detalles de facturación, lugar de envío, datos de contacto y otras muchas informaciones.
  • Cada vez que accedemos desde un dispositivo, autorizamos a Facebook para que sepa estos datos: Sistema Operativo que usamos, hardware, configuración del dispositivo, nombres y tipos de software, nombres y tipos de archivos, ¡carga de la batería!, intensidad de la señal, identificadores de dispositivos, ubicaciones del dispositivo por geolocalización GPS, Bluetooth y wifi, información sobre la conexión (operador de telefonía usado, tipo de navegador, idioma configurado, zona horaria, número de teléfono, dirección IP…)
  • Al navegar por Internet, si accedes a una página que muestra el botón “Me gusta”, son enviados a Facebook: Tu dirección IP, tus datos de navegación… Esto sucede en las páginas y servicios: con un botón “Me gusta”; con el inicio de sesión con Facebook; que usan los servicios de medición y publicidad de Facebook; y otros. Facebook también recibe datos de ti de uno de sus socios cuando este y Facebook ofrecen servicios de forma conjunta; y de un anunciante acerca de tus experiencias o interacciones. Facebook te conoce aunque no hayas entrado nunca en la red social.
  • Estas son las empresas que envían datos datos personales de usuarios a Facebook:
  • Facebook comparte tus datos con: Los usuarios de la red social; servicios de terceros; empresas del grupo Facebook; servicios de analítica; prestadores de servicios; y socios de Facebook.
  • Facebook puede entregar todos tus datos a cualquier gobierno del mundo sin pedirte consentimiento, sin avisarte y sin que lo llegues a saber nunca (o llegándolo a saber en algún momento, infortunadamente).
  • A través de las cookies, Facebook sabe dónde estás, qué velocidad de Internet tienes, qué navegador usas, qué dispositivos estás utilizando para navegar, qué tipo de publicidad te atrae más y otra mucha información.

Sobre tu contenido, ¿crees que no cedes nada a Facebook? Concedes una licencia no exclusiva, transferible, con derechos de sublicencia, libre de regalías y aplicable en todo el mundo para utilizar cualquier contenido de PI que publiques en Facebook o en conexión con Facebook (“licencia de PI”). Esta licencia de PI finaliza cuando eliminas tu contenido de PI o tu cuenta, salvo si el contenido se compartió con terceros y estos no lo eliminaron”.

En cuanto a la normativa aplicable, nos sometemos a la del Estado de California, EE.UU, además de tener que cumplir la normativa de España. Y, para resolver problemas con Facebook, nos sometemos al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito del Norte de California o en un tribunal estatal del condado de San Mateo.

Todo esto para las personas físicas. Si eres empresa, tendrás que tener cuidado, además, con el cumplimiento de la normativa de protección de datos y de cookies, principalmente. Recuerda: si eres una empresa española, eres responsable de elegir una tecnología que te permita cumplir la ley española.



Fuente:







domingo, 21 de junio de 2015

CÁNCER (IV): LA CÚRCUMA, EL ORO EN POLVO QUE COMBATE EL CÁNCER.-

"Cuando la alimentación es mala, la medicina no funciona.
Cuando la alimentación es buena, la medicina no es necesaria".
PROVERBIO AYURVEDA.



https://laikaspoetnik.files.wordpress.com/2009/11/347513745_54fd37f269-curcuma-curry.jpg



LA CÚRCUMA, EL ORO EN POLVO QUE COMBATE EL CÁNCER.

Extracto del libro "MIS RECETAS ANTICÁNCER", de la Dra. Odile Fernández Martínez.











 Fuentes:

https://drive.google.com/file/d/0BwL5pL1bB9TCVzRQTWhFdkNlcTA/view?usp=sharing


http://www.misrecetasanticancer.com/





n.r.p.





viernes, 19 de junio de 2015

EL PAPA FRANCISCO: GRAN LÍDER ESPIRITUAL, SOCIAL Y POLÍTICO.-


Francisco, el nuevo teólogo de la Tierra

La primera encíclica confirma que la Iglesia tiene un Papa alejado de esquemas pasados


El papa Francisco, el miércoles en el Vaticano. / Alessandra Tarantino (AP)






La primera encíclica de Francisco, Laudato si', dedicada a la “deuda ecológica” contraída con nuestro planeta, ha confirmado, si es que era necesario, que la Iglesia tiene hoy a su frente a un Papa que se escapa a todos los esquemas del pasado. Nos hallamos, en efecto, ante el obispo de Roma más diferente desde los tiempos del apóstol Pedro.

Su primera encíclica, que coloca en un mismo abrazo a la fe y a la ciencia, a Dios y a la Tierra y crea un nuevo pecado, el ecológico, podrá hacer estremecer a no pocos católicos tradicionales.
Francisco, en vez de empinarse hasta los cielos con una encíclica sobre Dios vociferando contra los pecados, contra la fe y la moral, ha bajado hasta los infiernos de los detentores del poder que con su avaricia por querer dominar la Tierra, según sus cálculos capitalistas, prepararan para las nuevas generaciones un planeta “de escombros, desiertos y suciedad”.

Para Francisco, al mejor estilo de los teólologos de la liberación, condenados al ostracismo por sus antecesores por considerarlos más volcados en lo humano que en lo divino, se coloca a sí mismo en la versión más moderna de "teólogo de la ecología”, en expresión acuñada por el brasileño Leonardo Boff.

La nueva encíclica quiebra paradigmas en la Iglesia que un día condenó a Galileo y que vivió un largo divorcio de siglos con la ciencia y los no creyentes. En ella, se da voz y credibilidad a los científicos modernos más serios, prescindiendo de si son o no creyentes, empeñados en demostrar que somos nosotros, con nuestra codicia y descuido, los responsables por los graves cambios que ya se advierten en el planeta.

Leyendo con atención la nueva encíclica, queda claro que el Papa que apostó desde el primer momento de su pontificado por la periferia pobre y saqueada de la tierra, por la escoria humana, con clara y valiente visión evangélica, sabe lo que se juega.
Sabe que la Iglesia se juega su presente y su futuro, su credibilidad y la misma fidelidad a su mensaje original, no en las viejas teologías y derechos canónicos, sino en la defensa de lo que es más nuestro como es el planeta. Una riqueza que es social, que no debe tener dueños definitivos, sino que pertenece a todos, especialmente a los que más sufren las consecuencias de su explotación por los que se creen los dioses intocables del poder.

Una encíclica que al abordar un tema fundamental que afecta a todos, creyentes, agnósticos y ateos, ricos y pobres, por su interés universal y los peligros que acechan a la humanidad entera, es a la vez la más ecuménica de todas las hasta ahora proclamadas por un papa.

En un mundo huérfano de líderes mundiales capaces de imponerse por su fuerza moral y de enfrentarse ante los tiranos como hizo Jesús con Herodes, la arriesgada decisión del papa Francisco de dedicar su primera encíclica no al cielo, sino a la tierra, condenando a los responsables del nuevo holocausto ecológico, lo consagra como un gran líder mundial no sólo espiritual sino también social y hasta político.




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n.r.p.

miércoles, 10 de junio de 2015

LOCOS GENIALES.-

Creatividad y psicosis comparten las mismas raíces genéticas

Un estudio de más de 150.000 europeos relaciona la creatividad con genes que aumentan el riesgo de esquizofrenia y trastorno bipolar

 

 

«Está científicamente demostrado que la frontera entre la genialidad y la locura es muy estrecha. Bobby Fischer tenía un cociente intelectual superior al de Einstein, pero fue una persona muy infeliz».

Leontxo García Olasagasti.

 

 

 

 


Detalle de un autorretrato de Van Gogh









Algunas enfermedades psiquiátricas pueden ser entendidas como una forma diferente de pensar. Eso mismo caracterizaba a Miguel Ángel, Charlie Parker, Beethoven, Virginia Woolf, Van Gogh y muchos otros. De ellos se ha dicho que su arte se debía en parte a trastornos psiquiátricos, lo que ha contribuido a reforzar la idea de que ningún genio ha existido sin una mezcla de locura, como dijo Aristóteles. Ahora, un estudio que ha analizado a decenas de miles de personas desvela que hay una conexión genética entre enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar y la creatividad.


Como en cualquier otra rama de la biología, la gran pregunta es cuánto le debe la creatividad a factores ambientales, como la educación o estar rodeado de otros artistas, y cuánto a la genética heredada de padres y otros parientes.


El nuevo estudio, publicado hoy en Nature Neuroscience, intenta responder analizando el genoma de 86.000 personas en Islandia. Sus autores, liderados por la empresa de análisis genéticos deCODE, buscaron pequeñas variaciones en el orden de las 3.000 millones de letras de ADN que componen el genoma humano. Algunas de esas erratas pueden duplicar el riesgo medio de una persona de sufrir esquizofrenia o elevar un tercio sus probabilidades de padecer trastorno bipolar. Una vez detectadas esas variantes, y ante la inmensa complicación de definir qué es la creatividad y medirla, los expertos analizaron el genoma de 1.000 personas del mismo país que forman parte de asociaciones nacionales de artistas visuales, bailarines, actores, músicos y escritores. Este último grupo de profesionales, señala el trabajo, tenían un 17% más de posibilidades que el resto de la población de llevar alguna de las variantes de riesgo, aunque ninguno sufría las dos dolencias analizadas.


Las mismas variantes genéticas también estaban más presentes en las profesiones citadas cuando el equipo analizó los genes de más de 8.000 suecos y 18.452 holandeses. Los creadores tenían un 25% más de probabilidades de tener algún gen de riesgo. Los resultados no se explican por el cociente intelectual, el historial familiar de enfermedades psiquiátricas o el nivel educativo. Por eso sus autores concluyen que la creatividad se debe en parte a variantes genéticas que son las mismas que aumentan el riesgo de sufrir las dos enfermedades estudiadas.


“Estos resultados no deberían sorprendernos porque para ser creativo tienes que pensar de forma diferente al resto de la gente y nuestro equipo ya había demostrado en un estudio anterior que las personas portadoras de variantes que predisponen a la esquizofrenia lo hacen”, explica Kari Stefansson, director general de deCODE y coautor del trabajo, en el que también han participado centros de investigación de Islandia, Suecia, Reino Unido, Holanda y EE UU.


La esquizofrenia es un enigma evolutivo. La enfermedad tiende a reducir las capacidades reproductivas de los pacientes, pero su prevalencia parece muy estable, afectando en torno al 1% de la población general. Es posible que la enfermedad tenga ventajas asociadas, lo que podría explicar la paradoja. Pero según el nuevo estudio las personas creativas analizadas tenían menos hijos que la población general, lo que descarta en principio que los beneficios creativos asociados a la esquizofrenia expliquen el enigma.

Mezcla complicada


Miguel Bernardo, psiquiatra del Hospital Clínic (Barcelona) y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, ofrece una opinión independiente sobre el trabajo liderado por Stefansson. “Es la primera vez que se realiza un estudio genético en busca de marcadores de esquizofrenia y creatividad en una población tan grande”, resalta. El hecho de que la mayoría de los participantes sean islandeses, una población muy homogénea desde el punto de vista genético, aporta mayor fiabilidad, destaca.


Pero el trabajo presenta también problemas que muestran lo difícil que es investigar este campo. “El marcador de creatividad era pertenecer a una sociedad profesional, lo que es muy relativo pues en ellas también habrá muchas personas que carezcan de ella”, advierte Bernardo.


Hasta el momento se han descubierto entre 100 y 110 variantes genéticas relacionadas con esta enfermedad, pero esta solo aparece “cuando se tienen varios genes asociados a ella y estos interactúan entre sí”, resalta el experto. Por lo tanto, las variantes de riesgo destapadas por el estudio pueden ser solo la punta del iceberg y que haya muchos otros condicionantes genéticos que predisponen a ser creativo y no estén relacionados con enfermedades psiquiátricas.


Un ejemplo metafórico sirve para explicarlo. Si la distancia total entre la persona menos creativa del mundo y un artista fuese de un kilómetro, dice David Cutler, del departamento de Genética humana de la Universidad Emory (EE UU), las variantes genéticas detectadas solo explicarían 3,9 metros de esa separación. “Los efectos observados” son “reales”, dice, pero también “pequeños y repartidos entre cientos o miles de genes”, resalta este experto en declaraciones recogidas por Science Media Centre. En otras palabras, aún queda mucho trabajo científico que hacer para conocer cuál es la mezcla exacta de locura que hay en la mente de un genio o de cualquier persona creativa.





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n.r.p.

lunes, 8 de junio de 2015

ENTREVISTA A LA MEJOR CIENTÍFICA ESPAÑOLA: MARGARITA SALAS FALGUERAS, BIOQUÍMICA Y BIÓLOGA MOLECULAR.






Almorzando en su pequeño despacho.
Almorzando en su pequeño despacho. / J. L. Nocito

Margarita Salas: «La muerte me asusta»

  • La científica más importante de España no cree que haya nada después. «Algunos me dicen que mi marido me está viendo. Ojalá tuviera ese consuelo. Sería más feliz»







El despacho de la mejor científica española es tan austero y tan pequeño que parece de mentira. Aquí, en seis metros cuadrados, se agolpan los papeles y apenas queda sitio para un ordenador y numerosas carpetas que se apilan en un equilibrio no demasiado estable. En la mesita redonda que ocupa casi la mitad del espacio disponible –y que también está llena de informes y documentos– come cada día, a eso de la una de la tarde, un menú que rara vez cambia y que trae de casa: un sandwich de queso, una manzana y un té. Hace sola ese frugal almuerzo en apenas unos minutos, y vuelve al trabajo. Margarita Salas (Canero, Asturias, 1938) no entiende la vida fuera de su laboratorio, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. «Aquí me concentro y me olvido del mundo», confiesa con una sonrisa tímida que recuerda a aquella niña que cuando entró en el colegio se pasó el primer año sin pronunciar palabra. Se concentra frente a la imagen de un virus, el PHI-29, sobre el que lleva trabajando 48 años, en una tarea investigadora que ha dado excelentes resultados que han hecho posible amplificar el ADN. De ahí salió una patente con una aplicación muy vista en las modernas series policiales de la televisión: cada vez que en ‘CSI’, ‘Bones’ y cualquier otra sobre forenses aparecen restos humanos en los que casi no queda rastro de ADN, recurren a ese amplificador y en muchos casos consiguen identificarlo. «Supongo que también lo habrán usado con los huesos que se considera que son de Cervantes», asegura. Margarita Salas y su equipo lo han hecho posible.

Su padre fue uno de los afortunados que pasaron por ese semillero de talentos que fue la Residencia de Estudiantes. ¿Qué le contaba de aquellos años?

Allí coincidió, entre otros, con Buñuel, Dalí y Lorca. También estaba Severo Ochoa; eran primos y tenían la misma edad. El recuerdo que tenía de todo aquello era fantástico. Nos hablaba de cuando estuvieron Albert Einstein y María Curie dando conferencias. Y de unos ripios de Lorca: «Yahí se reúnen tomando café/ junto al bacilo del tétanos/y la mosca tse-tsé».

Usted no tuvo la suerte de estar en la Residencia. Nació antes de que finalizara la Guerra.

No, y además mi padre había estado unos meses en la cárcel durante la Guerra Civil. Era sobrino de Álvaro de Albornoz, que había sido ministro de la República. Mientras trabajó en un psiquiátrico, defendió a las monjas que estaban allí. Cuando llegaron los nacionales, él pensaba que no le sucedería nada, pero lo metieron en la cárcel.






¿Y su madre?

Mi madre era maestra y gracias a eso mi padre pudo hacer un estudio con niños. Se habían casado el 3 de agosto de 1936.

No eran buenas fechas...

No, claro. Nada más casarse se fueron a Canero, donde mi abuelo tenía una finca. En 1939, mi padre se quiso venir a Madrid, pero lo vetaron, y se instaló en Gijón. Allí fui por primera vez a la escuela y me pasé el primer año casi sin hablar, por pura timidez.

Luego estudió la carrera en Madrid. ¿Cómo se decidió por la Química?

Éramos tres hermanos, un chico y dos chicas, y mis padres tenían muy claro que nosotras estudiaríamos en la Universidad. «Es la única herencia que os voy a dejar», decía mi padre. Yo no sabía si hacer Medicina o Química y al final me vine a Madrid a estudiar Química. En cuanto llegué, me entusiasmó el laboratorio de Química Orgánica.

¿Cómo vivía una muchacha en una Facultad de Ciencias en aquellos años? Sería de las pocas alumnas que había.

No lo crea. Teníamos las clases en la Ciudad Universitaria, menos un par de asignaturas, que se impartían en el edificio de San Bernardo. En algunas materias, estábamos separados chicos y chicas. No éramos pocas, alrededor de un tercio de la clase. Lo que sucedió fue que la mayoría se casaron incluso antes de terminar la carrera y lo dejaron. Algunas se reengancharon tiempo después.

¿Usted siempre tuvo claro que se dedicaría a la investigación?

No. Tenía dudas y en ocasiones pensaba que terminaría en una empresa. Pero al acabar tercero, entonces la carrera era de cinco años, en unas vacaciones en Asturias conocí a Severo Ochoa. Había estado mucho tiempo sin aparecer por España porque no quería saber nada del régimen de Franco, pero finalmente empezó a venir en agosto. Pasaba quince días en Luarca y otros quince en Gijón.

¿Cómo lo conoció?

Mi padre lo invitó a comer en casa y yo le conté lo que estaba estudiando. Él nos invitó a una conferencia que iba a pronunciar en Oviedo. Fuimos y yo quedé fascinada. Yo aún no había estudiado Bioquímica y al regresar a EE UU Ochoa me envió un libro. Lo leí y para cuando acabé la carrera ya tenía decidido cuál iba a ser mi futuro.

Y se puso a ello.

Sí. Ochoa me sugirió hacer la tesis en España, con Alberto Sols, que era un excelente bioquímico, y luego irme a EE UUa seguir un curso postdoctoral con él. Así empezó todo. Yo estoy convencida de que la vocación no nace, se hace. Y la investigación es una pasión.

La maternidad

Cuando llegó a EEUU ya se había casado con el científico Eladio Viñuela, a quien conoció en la Facultad. «Era muy brillante», recuerda. Se hicieron novios cuando ella estaba en quinto curso. Él había empezado a trabajar en temas de genética, pero se puso a hacer la tesis doctoral también con Sols. Cuando las acabaron, se casaron y se fueron a Nueva York, donde vivieron tres años.

Al llegar sufrimos un verdadero impacto. Desde el punto de vista científico, aquí no había nada, y allí los medios eran enormes. Y en lo cultural... éramos como los paletos de pueblo que llegaban a Madrid. En Nueva York, los paletos éramos nosotros. Sentimos una emoción intensa viendo ‘Viridiana’, íbamos a exposiciones de arte y conciertos, comprábamos discos...

¿Por qué regresaron?

Podríamos habernos quedado, es cierto. Pero nos planteamos volver para enseñar aquí lo que habíamos aprendido. Nos vinimos de manera condicional: si no podíamos trabajar, regresaríamos. Piense que en 1967 aquí no había financiación para hacer investigación. Pudimos volver porque habíamos solicitado la realización de un proyecto a una institución americana y nos lo concedió. Ochoa tuvo bastante que ver con que nos lo dieran. Su ayuda fue decisiva.

Usted fue una madre tardía para la época porque postergó la maternidad para poder desarrollar su carrera. ¿Qué le decían su familia y sus amigos?

Era una especie de bicho raro por planificar la maternidad en función de la carrera. Muchos me preguntaban por qué lo hacía.






Y cuando ya tuvo a su hija, ¿sintió alguna vez que no la atendía lo suficiente, que no estaba con ella cuanto debía?

Antes de que naciera, mi marido y yo trabajábamos incluso los fines de semana. Luego tuvimos en casa una señora que había sido mi niñera. Era ella quien cuidaba de la niña y de la casa. Nosotros dejamos de trabajar los fines de semana y entonces nos dedicábamos a estar con ella. Hay mujeres que se siente culpables por prestar poca atención a sus hijos. A mí no me sucedió nunca, porque sabía que la niña estaba muy bien cuidada.

En esos años, además, empezaba con el virus PHI-29.

Sí, se descubrió en EE UU y pensamos que era un buen modelo para iniciar el trabajo en España. Es pequeño, complejo y en ese momento no era competitivo. Empezamos a estudiarlo a la vuelta de EE UU. De cara al exterior, yo era la mujer de Eladio y él, quien dirigía el trabajo. Por eso, él decidió iniciar un nuevo trabajo sobre un virus de la peste africana para demostrar a nuestros colegas que yo podía dirigir un proyecto. A partir de ahí fue cuando conseguí ser una científica con nombre y no solo ‘la mujer de’.

¿Se ha sentido discriminada?

Sí, me he sentido así. No en la Facultad, pero sí en el doctorado. Sols era muy buen científico, pero muy machista. Si me aceptó en su programa fue porque llegué con una recomendación de Ochoa. De otra forma no me habría cogido. Años después contó que cuando me presenté en su despacho pensó: «Bah, una chica. Le daré un tema sin importancia y si lo deja no pasa nada». Eso es lo que se esperaba de una mujer en la investigación.

¿Ya partir de ahí? ¿Ha acabado esa discriminación?

Ahora hay más chicas haciendo tesis y en la concesión de becas no existe discriminación. Tampoco en el CSIC para obtener un puesto. Pero, en general, las mujeres no han llegado a los cargos más altos, a dirigir grupos de investigación, por ejemplo. En parte porque hemos empezado tarde, pero también porque nos hemos resistido a ocuparlos. En este centro, por ponerle un ejemplo, ha habido veinte directores a lo largo de su historia. Solo uno fue mujer:yo. No ha habido demasiados pasos adelante.

Una académica muy activa

Cada jueves, la vida de Margarita Salas cambia de ritmo. Ese día, su ocupación principal es la Real Academia, de la que forma parte. Comisiones delegadas, juntas de gobierno, plenos... No habrá muchos académicos que se lo tomen tan en serio, que dediquen tanto esfuerzo a su tarea, desde las reuniones de media mañana centradas en la revisión de términos hasta el pleno de las siete y media de la tarde. A veces escapa a mediodía para estar un rato en su despacho, pero la mayor parte de las veces apenas sale del edificio durante esa larguísima jornada de diez horas. Lo cuenta con detalle y sorprende el entusiasmo con que esta científica acostumbrada a mirar virus por el microscopio trabaja con palabras.

Reconoce haber sido discriminada, es mujer y académica. ¿Qué le parece que se duplique el género para hacer ‘visibles’ a las mujeres, que se hable de científicos y científicas?

Es ridículo. Creo que no hay que duplicar el género, aunque a veces en un discurso esté bien hacerlo. Pero usar el masculino genérico no es discriminatorio ni oculta a nadie.






Hay quien dice que los políticos duplican el género y así ocultan que luego hacen bien poco por la igualdad...

Ya hay leyes de igualdad... Mire, a mí no me gustan las cuotas. Toda discriminación positiva supone una discriminación negativa para alguien. No quiero que nos den nada por ser mujeres. No me gustaría que a lo largo de mi carrera me hubiesen dado nada por esa causa. Eso sí, que tampoco nos lo quiten. Hay un sitio en el que sí me parece importante que se reserven al menos un 40% de los puestos para las mujeres:los tribunales. Los hombres tienden a ver solo a los hombres a la hora de elegir.

Hablando de tribunales y jurados... ¿Logrará el premio Nobel?

No. Sería un milagro y no creo en milagros.

¿Yel Princesa de Asturias de las Ciencias?

Es mi asignatura pendiente, pero sé que no me lo van a dar. Todos los años me presentan... Y ese sí creo que me lo merezco porque a esa altura sí estoy. Siento especialmente que no me lo den porque soy asturiana.

Y marquesa.

Sí (sonríe). Me llamó Alberto Aza para decirme que el Rey quería hacerme marquesa y me preguntó qué nombre me gustaría. Y como soy de Canero, pues marquesa de Canero. Hace tiempo que no voy por allí, pero cuando lo hago me hace ilusión ver la casa donde nací.

Una marquesa que no estuvo en la recepción de palacio tras la coronación de Felipe VI.

No me invitaron...

¿Qué le pide a la vida?

Salud. Eso le pido, porque tengo miedo a no tenerla. Yque mi hija sea feliz.

¿Tiene miedo a la muerte?

Sí, la muerte me asusta. Mi familia directa se compone de muy pocas personas:mi hermana, mi hija y yo. No quiero dejar sola a mi hija.

¿Dedicarse a la ciencia, y más aún en su especialidad, cambia algo la percepción de la vida y la muerte?

Creo que no. No tengo conciencia de ver la vida de otra manera. Dedicarte a la ciencia influye en el sentido de que no nos creemos el centro del Universo... Pero me impresiona mucho la muerte. En los últimos años han fallecido mi marido, mi hermano, mi madre hace poco, con 101 años... A medida que vas cumpliendo años se ve más de cerca. A mí me asusta, como le decía.

¿No cree que haya nada después?

No. Algunos me dicen que mi marido me está viendo. Ojalá tuviera ese consuelo. Sería más feliz. Pero no lo pienso.

Sin llegar a eso, ¿se imagina la vida fuera de este laboratorio?

No me gusta imaginarlo. Esto es mi vida. Si un día no pudiera venir, sería muy desgraciada. Ya le he dicho al presidente del CSICque seré como Rita Levi Montalcini, que seguía yendo a su laboratorio con 100 años. Sería terrible no estar aquí. Tengo otras actividades, las academias de la Lengua y de Ciencias, doy conferencias... pero lo primero es esto.

Acaba de citar a Levi Montalcini. ¿Es su modelo?

Ella decidió no casarse para no estar supeditada a un hombre. Ycuando cumplió 100 años dijo que lo importante es no tener arrugas en el cerebro. Las físicas no tienen importancia.

¿Es cierto que le gusta mucho bailar?

Sí, siempre me ha gustado. A lo agarrado, claro: pasodobles, valses... Ahora tengo pocas ocasiones de hacerlo. Si acaso, en alguna boda.





 FUENTES:

http://www.diariosur.es/sociedad/201506/01/margarita-salas-muerte-asusta-20150601201511.html




















n.r.p.