"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

viernes, 18 de mayo de 2018

A NUESTRA MADRE, ASCENSIÓN: DESDE ESTA ORILLA DE NUESTRA EXISTENCIA, NUESTROS CORAZONES SUEÑAN CON EL BELLÍSIMO AMANECER DE TU PRIMAVERA ETERNA.

"Lo único que vive eternamente es el amor".
Elisabeth Kübler-Ross. La rueda de la vida.

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Existe una tierra de puro deleite
donde reinan los santos inmortales;
el día infinito excluye a la noche,
y los placeres erradican el dolor.

Allí mora la primavera eterna
y flores que jamás se marchitan.

La muerte, como un estrecho mar, separa
esta tierra celestial de la nuestra.

Isaac Watts. La esperanza del Cielo hace fácil la muerte.











domingo, 6 de mayo de 2018

UBI SUNT?

¿Dónde están?

Según antigua costumbre del campo gallego, cada cual daba al muerto recados para el otro mundo o le recordaba episodios vividos en común o le expresaba su cariño. Para esta vieja raza celta, inmemorialmente espiritualista, el alma del que se va está aún allí, entre ellos, escuchándolos con la tristeza de la separación, anotando en su memoria turbada los encargos de los que se quedan, murmurando un "¡adiós, adiós!", que cada uno oye dentro de sí como una respuesta. El candor del pueblo da un acento especial a su idea de que la muerte no es desaparecer, sino ausentarse.
Wenceslao Fernández Flórez. El Bosque Animado. 

Con miembros firmes y cerebros brillantes
el alma vieja emprende el camino de nuevo
John Masefield. Cranston y Williams. 

Llévame de lo irreal a lo real.
Llévame de la oscuridad a la luz.
Llévame de la muerte a la inmortalidad.
Upanishads. 

Las almas (mónadas) deben volver a sumergirse en la sustancia absoluta de donde emergieron
El Zohar.

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"Zozo", junto a la tumba de su dueño. 


 La idea de la reencarnación aparece frecuentemente en el pensamiento occidental fuera de cualquier contexto religioso. Comenzando por Pitágoras y Platón, personas como David Hume, Ralph Waldo Emerson, Henry Thoreau, Benjamin Franklin, J.W. von Goethe, creían en la reencarnación. Goethe escribió en De Song of the Spirits over the Waters:

El alma del hombre es como el agua;
del Cielo vino,
al Cielo se elevó,
y después retornará a la Tierra,
alternando por siempre jamás.

Y Franklin escribió para su propio epitafio, cuando sólo contaba veintidós años:

 El cuerpo de B. Franklin,
Impresor,
como la cubierta de un viejo libro,
sus contenidos desgarrados
y
despojados de sus letras y sus adornos,
yace aquí,
alimento de gusanos,
pero la Obra no se perderá,
pues, como él creyó,
aparecerá una vez más
en una nueva y más elegante edición
revisada y corregida
por el Autor.

 
¿Existe un alma capaz de sobrevivir a la muerte y de transmigrar de un cuerpo a otro? Aparece una entidad silimar al alma, la mónada cuántica, que media en la reencarnación. Tanto la idea cristiana de la eternidad en el cielo como la idea oriental de la liberación se refieren, en esencia, a una escena de inmortalidad del alma.
La mónada no puede hacer registros de vidas encarnadas, porque es inmutable. Dice el filósofo Ken Wilber acerca de esto: "Es el alma (mónada), y no la mente, la que transmigra. De ahí que el hecho de que la reencarnación no se pueda demostrar apelando al recuerdo de vidas pasadas es exactamente lo que cabria esperar: los recuerdos concretos, las ideas, los conocimientos, etc., pertenecen a la mente, y no transmigran. Todo eso queda detrás, con el cuerpo, en el momento de morir. Quizás unos cuantos recuerdos concretos puedan escabullirse de vez en cuando, como en los casos registrados por el profesor Ian Stevenson y otros, pero se trataría más bien de la excepción más de la regla. Lo que transmigra es el alma, y el alma no es un conjunto de recuerdos, de ideas y de creencias".
En las culturas donde se acepta la reencarnación el miedo a la muerte se debilita considerablemente. La persona sabe que no morirá, sino que regresará. En definitiva, la muerte se contempla como un largo sueño. El poeta Walt Whitman, un experto en la reencarnación, expresaba así el mismo sentimiento:


Sé que soy inmortal,
sé que esta órbita mía no puede ser eliminada por el compás del carpintero...
Y sea que entre hoy en posesión de lo que es mío, o lo haga dentro de diez mil años o de diez millones,
puedo tomarlo alegremente ahora o, con la misma alegría, esperar...
Me río de lo que llamáis disolución
y conozco la amplitud del tiempo...
¿Qué significa existir en una forma?
(Damos vueltas y vueltas, todos nosotros, para volver siempre al mismo sitio.)...
Creo que volveré a la tierra pasados cinco mil años...






Fuentes:

-Dr. Amit Goswami: La Física del Alma. Ediciones Obelisco, Barcelona, 2008.




 

viernes, 4 de mayo de 2018

AURIA (OURENSE), TERRA DAS PEDRAS E AUGAS SANTAS

Tres cousas hai en Ourense, 
que non as hai en España,
 o Santo Cristo, a Ponte, 
e as Burgas fervendo auga.
Dicho popular.

Las campanas de voz triste, de voz atolondrada, de voz letal, regían la vida del burgo y eran su alto calendario de normas y sucesos.
Eduardo Blanco-Amor. La catedral y el niño.

Fendetestas llevó también a la fraga un ideal: robar la casa de algún cura. No hubo ni hay en el campo gallego un solo ladrón que no haya robado a un cura o soñado en robarle. 
Wenceslao Fernández Flórez. El Bosque Animado.



 

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El Miño, visto desde el Puente romano. Ourense, febrero 2017.



A orillas del Miño se alza la bella ciudad de Orense (Ourense), tierra de mi familia paterna. La última vez que estuve, en Febrero de 2017, el viaje en tren desde la Estación madrileña de Chamartín a la Estación de Ourense, se me hizo bastante largo (unas cinco horas de viaje. Con razón, Manuel Rivas dijo aquéllo de "¡Pobre país, si cifra todas sus esperanzas en el AVE que lo lleve a Madrid!"). Nada que ver con el recorrido Antequera Santa Ana hasta Madrid Puerta de Atocha, en el AVE, que en dos rápidas horas te deja en pleno centro de Madrid, aunque la belleza del paisaje no es nada comparable con la que vamos encontrando tras dejar Madrid, en busca de Galicia. 




















Ourense:

La única provincia gallega sin mar es, sin embargo, la más rica en aguas terapéuticas, termales y milagrosas. También lo es en la cantidad de Monasterios, viejos monasterios situados en lugares clave, por su especial significado ancestral y por los antiguos cultos que precedieron a la eclosión cristiana.
Paseando por las callejuelas y plazuelas del casco antiguo de Ourense, encontramos además de numerosas fuentes y cruceiros, un magnífico patrimonio monumental, en el que destaca la Catedral de San Martín.



               Plaza del Obispo Cesáreo, junto al edificio del Obispado de Ourense.








                                                                    Alameda del Concello











                                                              Plaza Mayor de Ourense












                                      Catedral de Ourense (Catedral de San Martín).













                                                                     Iglesia de Santa Eufemia.
                                    INTERIOR DE LA CATEDRAL Y MUSEO CATEDRALICIO:












                   El Pórtico del Paraíso, recientemente restaurado:
























                                 La Capilla del Santo Cristo.

















                                       El museo catedralicio:



 




















































































                        Más fotos del interior de la Catedral:

































 

 

                                          Salida de la Catedral:













                                                  Rúa do Paseo:


         Plaza del padre Feijoo. Monumento a Gregorio Marañón:



           Edificio Simeón. Hoy, Centro Cultural Marcos Valcárcel:











                                           Obispado:




                                     Edificio de Correos:
                                                 Obispado:


                                Plaza del obispo Cesáreo:


                             El Miño, a vista desde el Puente nuevo:



    El Puente Viejo, el puente romano mejor conservado de Europa:



















                               El Puente del Milenio (2001):



            El Miño, desde el paseo al lado de su orilla (15 kms). Una vez pasado el Puente del Milenio, nos encontramos con varias termas:








































                 Rúa do Paseo, la principal calle comercial de la ciudad:

                                     Merodeando por A Granxa:

                                                    Regreso:














Fuentes:
-Juan G. Atienza: Segunda Guía de la España Mágica. Martínez Roca, Barcelona, 1989.
-Juan Eslava Galán: 1.000 sitios que ver en España al menos una vez en la vida. Planeta, Madrid, 2009.