"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

domingo, 23 de septiembre de 2018

LA MEMORIA DE LA VIDA


"Uno de los goces más vertiginosos que permite la ciencia moderna es el asomarse al balcón del pasado, sobre el abismo de los siglos que han transcurrido limpios de historia humana...El mirar hacia atrás, hasta perderse en el horizonte de los tiempos, no es privativo del hombre actual; lo que la ciencia ha conquistado es el poder fijar la dimensión exacta de los tiempos pasados. Aunque las cifras que obtenemos no son demasiado expresivas para nuestro intelecto, acostumbrado a otra escala más modesta, son, sin embargo, harto más elocuentes que una representación del tiempo pasado carente de cómputo y deformable fácilmente por impresión subjetiva".

Ramón Margalef López (1919-2004), primer Catedrático de Ecología en España.

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Las últimas dataciones, realizadas por científicos, muestran que la edad de la Tierra es de unos 4.470 millones de años. En todo este tiempo, ha sufrido continuos cambios, tanto en su atmósfera, como en su relieve e interior. Y continuará cambiando. Se calcula que la Tierra ha sufrido cinco o seis extinciones masivas, a lo largo de su evolución. En este tiempo en el que nos encontramos ahora, ya estamos comprobando los efectos del cambio climático en el que estamos inmersos. Uno de estos efectos es el derretimiento del permafrost en todas las zonas muy frías o glaciares de nuestro planeta. Debido a este derretimiento, están surgiendo a la luz muchos casos de animales (y personas) que permanecieron congeladas muchos años. Uno de estos casos, y el más llamativo, por la antigüedad del animal, es el de un potrillo que fue encontrado en Agosto de este año en Yakutia, al este de Siberia. Murió hace unos cuarenta mil años y su cadáver está intacto. Se conserva perfectamente. Las fotografías hechas a este animal son realmente sorprendentes. Seguramente, emplearon el método de el carbono-14 para poner edad a este pequeño potro.










Aparte del carbono-14, otro cronómetro del pasado y, para mí el más fascinante, es la dendrocronología o cronología a base de los árboles (del griego déndron, árbol).




Comenta el físico y sacerdote jesuita Jose Mª Riaza Morales, en su obra El Comienzo del Mundo, lo siguiente: "(...)Entre los árboles más notables por su larga vida se señalan los siguientes, en un cálculo aproximado:

Olivo....2000 años.
Tejo......3000 años.
Sequoia...3500 años.
Baobab.....5500 años.
Drago........6000 años. 

(...)El llamado "análisis de los anillos de los árboles" ha sido llevado adelante como método científico a partir de 1901, por el norteamericano A. E. Douglass, de la Universidad de Arizona, aunque la idea de usar los anillos de un árbol para calcular la fecha de sitios arqueológicos es vieja (...).La idea primera de la dendrocronología es sumamente sencilla. Se sabe que un corte efectuado en el tronco de un árbol deja al descubierto una serie de anillos, que constituyen otros tantos círculos de crecimiento; por lo general, el árbol produce cada año una nueva capa concéntrica. Consiguientemente, nos dará idea de su edad el simple recuento de los anillos. Estas capas concéntricas son capas anuales de tejido leñoso. El proceso de crecimiento del nuevo anillo se inicia en la primavera, entre la madera antigua y la corteza; entonces aparecen células grandes y claras. Después, a medida que la estación avanza hacia el fin del verano, las nuevas células añadidas van resultando progresivamente menores y de tabiques más espesos, a la vez que el color resulta más oscuro; hasta que, por fin, cesa en absoluto la producción de células, para volverse a repetir el proceso en la próxima primavera. Así se forma una línea de demarcación bien neta entre la madera de un año y la de la primavera siguiente (...). Si medimos el espesor de los anillos sucesivos, comprobaremos que va disminuyendo desde el centro del árbol hasta la periferia. Es que el grosor de los anillos producidos año tras año varía con la edad; al ir aumentando en edad el árbol, va produciendo anillos más estrechos, y, por lo tanto, (...) advertiremos que los centrales son más anchos. A esta normal variación de los anillos en tamaño se suma otra, causada por las desigualdades del clima de año en año. En años de tiempo desfavorable, por ejemplo en años de períodos irregulares de sequía, se forman anillos de anormal estrechez; en cambio, se producirán anillos excepcionalmente voluminosos en años de aguas abudantes. Los años fríos y secos originan anillos estrechos, y los calientes y húmedos, anillos anchos. Una curva, que reproduzca las variaciones en la serie de anillos observada en la sección transversal de un árbol, reproducirá, por consiguiente, hasta cierto punto, las variaciones del clima local. De este hecho depende precisamente la aplicabilidad del "análisis de los anillos de crecimiento" para establecer fechas, puesto que los más de los árboles de una misma región tienden a presentar variaciones semejantes en el archivo de sus anillos. Las propiedades de los anillos permiten relacionar entre sí los diferentes árboles de una misma región; los anillos interiores de los árboles jóvenes guardarán relación con los anillos exteriores de los árboles más viejos. El método puede aplicarse no sólamente a árboles de una zona determinada, sino también a postes o vigas sacados de ella y utilizados en la construcción de viviendas históricas o prehistóricas. Por este camino ha sido posible asignar fechas en años a gran número de estaciones prehistóricas, principalmente en Norteamérica (...). La moderna dendrocronología ha conseguido establecer una especie de calendario para los dos o tres mil últimos años. Sus resultados caen enteramente dentro de los períodos históricos de Eurasia; pero en Norteamérica, donde no se conocen registros inteligiblementes escritos anteriores al fin del siglo XV, este método conduce de lleno a tiempos prehistóricos. Ha sido aplicado con mucho éxito para determinar la fecha de aldeas prehistóricas en el sudoeste de los Estados Unidos (...)."









Tratamos de entender el universo, el planeta Tierra y el misterio de la vida y vamos descubriendo el inmenso prodigio de la Naturaleza, que, miles de años después, nos demuestra que siempre aguarda en su seno tesoros como ese potrillo recién hallado en Siberia. La Naturaleza y su azaroso devenir nos rescata seres que vivieron en nuestro planeta, en tiempos inmemoriales para el hombre, como los conservados en ámbar, que tras millones de años, surgen de su oscuro e intacto escondrijo para dejarse examinar bajo las lupas de un potente microscopio electrónico. Como dijo Aristóteles, la Naturaleza no hace nada en vano. La ciencia es un camino privilegiado para buscar y encontrar la verdad, aunque esta sea parcial. El sacerdote y astrónomo Georges Lemâitre, padre de la teoría del Big Bang, estaba convencido de que tanto la ciencia como la fe disponían de caminos diferentes para llegar a la verdad. Y ambas pueden ser compatibles, pues donde acaba el poder o la capacidad de ver de una, empieza el camino de la otra. La Ciencia, dentro de sus límites conocidos, nos asombra todos los días descubriendonos hechos y sucesos del pasado, rescatándonoslos del olvido eterno, pero sólo la Fe, dentro de sus ilimitados campos, puede darnos una respuesta a la maravillosa actitud de la Naturaleza de insistir en  preservar para nosotros los antiquísimos testimonios de la memoria de la vida.







Fuentes:

-Jose Mª Riaza Morales, S.J.: EL COMIENZO DEL MUNDO. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1964.

 https://hdnh.es/el-permafrost-siberiano-revela-una-cria-de-caballo-de-la-edad-de-hielo-perfectamente-conservada/?subscribe=success#blog_subscription-11

https://siberiantimes.com/other/others/news/perfectly-preserved-ancient-foal-is-shown-to-the-world-for-the-first-time/

https://elpais.com/sociedad/2010/01/19/actualidad/1263855614_850215.html