"Y transcurrieron los días. Y los años.
Y vino la Muerte y pasó su esponja por toda la extensión de la fraga y desaparecieron estos seres y las historias de estos seres.
Pero detrás todo retoñaba y revivía, y se erguían otros árboles y se encorvaban otros hombres, y en las cuevas bullían camadas recientes y la trama del tapiz no se aflojó nunca.
Y allí están con sus luchas y sus amores, con sus tristezas y sus alegrías, que cada cual cree inéditas y como creadas para él, pero que son siempre las mismas, porque la vida nació de un solo grito del Señor y cada vez que se repite no es una nueva Voz la que la ordena, sino el eco que va y vuelve desde el infinito al infinito".

EL BOSQUE ANIMADO. Wenceslao Fernández Flórez.

martes, 20 de marzo de 2018

CORAZÓN, de Edmondo De Amicis: El alma humana en la escuela.

"¿Por qué, Enrico, nunca más? Eso dependerá de ti. Terminado cuarto, irás al Gimnasio y ellos serán obreros; pero permaneceréis en la misma ciudad, quizás muchos años. ¿Por qué, entonces, no os vais a ver más? Cuando estés en la Universidad o en el Liceo, irás a buscarlos a sus tiendas o a sus talleres, y te dará mucho gusto encontrarte con tus compañeros de infancia  -ya hombres-, en su trabajo. ¿Cómo es posible que no vayas a buscar a Coretti y a Precossi, estén donde estén? Irás y pasarás horas en su compañía y verás, estudiando la vida y el mundo, cuántas cosas puedes aprender de ellos, que ningún otro te sabrá enseñar, tanto sobre sus oficios como acerca de su sociedad y de tu país. Y ten presente que si no conservas estas amistades será muy difícil que adquieras otras semejantes en el porvenir, amistades, quiero decir, fuera de la clase a la que perteneces; así vivirías en una sola clase, y el hombre que frecuenta una sola clase social es como un erudito que no lee más que un libro. Proponte, pues, desde ahora conservar esos buenos amigos aun cuando os hayáis separado, y cultívalos desde ahora con preferencia, cabalmente porque son hijos de obreros. Mira: los hombres de las clases superiores son los oficiales, y los obreros son los soldados del trabajo; pero en la sociedad, al igual que en el ejército, no sólo es el soldado tan noble como el oficial, porque la nobleza está en el trabajo y no en la ganancia, en el valor y no en el grado, sino que, si hay una superioridad en el mérito, está de la parte del soldado, del obrero, los cuales sacan de su propia obra menor provecho. Ama, pues, y respeta por encima de todos, entre tus compañeros, a los hjos de los soldados del trabajo; honra en ellos las fatigas y los sacrificios de sus padres; desprecia las diferencias de fortuna y de clase, porque sólo los viles miden por ellas los sentimientos y la cortesía; piensa que de las venas de los trabajadores de talleres y campos salió casi toda la sangre bendita que redimió nuestra patria; ama a Garrone, ama a Precossi, ama a Coretti, ama a tu "albañilito", que en sus pechos de pequeños obreros encierran corazones de príncipes, y júrate a ti mismo que ninguna mudanza de fortuna podrá jamás arrancar de tu alma estas santas amistades infantiles. Jura que si dentro de cuarenta años, al pasar por una estación de ferrocarril, reconocieras a tu viejo amigo Garrone con ropas de maquinista, con la cara negra...¡ah!, no necesito que me lo jures: estoy seguro de que subirías a la máquina y le echarías los brazos al cuello, aun cuando fueras Senador del Reino. TU PADRE."

Los amigos obreros. Abril. CUOREEdmondo de Amicis.

----------------------------------------------------------------------------------------- 


"Este libro está especialmente dedicado a los muchachos de las escuelas primarias, los cuales cuentan entre nueve y trece años, y se podría titular: "Historia de un curso académico, escrita por un alumno de tercero de una escuela municipal de Italia". Al decir "escrita por un alumno de tercero", no quiero decir que la haya escrito precisamente él, tal cual sale a la luz. Él iba anotando en un cuaderno, a su manera, lo que había visto, oído, pensado en la escuela y fuera de ella; y su padre, al final del año, escribió estas páginas con aquellas notas, ingeniándose por no alterar la idea y conservar, en lo posible, las palabras de su hijo. Después éste, al cabo de cuatro años, estando ya en el Gimnasio, releyó el manuscrito y agregó algo de su cosecha, valiéndose del recuerdo aún fresco de personas y cosas. Leed ahora este libro, muchachos: espero que quedéis contentos y que os haga algún bien."


Con el párrafo de arriba, el escritor italiano Edmundo de Amicis, da comienzo a una de las obras literarias más bellas que se han escrito, CUORE. Redactado en forma de diario personal, a través de sus vivencias como alumno en la Escuela pública Baretti, Enrico Bottini, hijo del ingeniero Alberto Bottini (padre ejemplar, que le escribirá numerosas cartas, todas ellas con un propósito altamente ético -como la que transcribo arriba del todo, "Los amigos obreros"-) tendrá entre sus compañeros a muchachos de todas las clases sociales: Ernesto Derossi (el número uno de la clase), Robetti (hijo de un capitán de artillería), Garrone -su mejor amigo- (hijo de un ferroviario), Coretti (hijo de un vendedor de leña), Nelli (el jorobadito), Votini, el "albañilito" (el muchacho al que todos cariñosamente dicen "hocico de liebre", hijo de un albañil), Garoffi, Carlos Nobis (un señorito), Stardi, Franti, Precossi (hijo de un herrero) y Crossi (hijo de una vendedora de verduras). El diario dura lo mismo que el curso escolar, empezando un lunes 17 de Octubre y finalizando en Julio, tras los exámenes finales. En cada uno de los meses, se va intercalando un cuento mensual, nueve en total: "El pequeño patriota paduano" (octubre), "El pequeño vigía lombardo" (noviembre), "El pequeño escribiente florentino" (diciembre), "El tamborcillo sardo" (enero), "El enfermero de Tata" (febrero), "Sangre romañola" (marzo), "Valor civil" (abril), "De los Apeninos a los Andes" (mayo) y "Naufragio" (junio). De todos estos cuentos, "De los Apeninos a los Andes" destaca por su calidad como literatura de viajes y describe con gran precisión y sensibilidad las vicisitudes de una familia genovesa, cuya madre ha de emigrar a Buenos Aires, en busca de sustento para su familia, dando con ello una visión amplia de la emigración italiana a Argentina.
CUORE, historia que propugna la defensa a ultranza de grandes valores éticos en todos los órdenes (familia, laboral, social, histórico, patriotismo), es difícil leerla sin llorarla. Edmundo De Amicis consiguió al escribir este maravilloso libro penetrar en lo más hondo del alma del lector y dejarla "tocada para siempre" por el recuerdo de esta historia. Confieso que he leído CORAZÓN muchas veces, desde niña, y me vuelvo a emocionar cada vez que regreso a su lectura. Es una pequeña obra literaria que, como todas las obras de arte eternas, siempre permanecen en la retina de quienes las contemplan. Edmundo De Amicis, como escritor, con esta obra, alcanzó la gloria literaria, aunque en su vida personal no se reflejara toda esa bondad y ejemplaridad que transmitió en su obra más reconocida y querida (Luciano Tamburini, eminente estudioso de la vida y obra de Edmundo De Amicis, dio cuenta en su biografía Edmondo De Amicis. Metamorfosi di un borghose, Edit. Mephite, Roma, 2008, que el escritor era "infiel, deshonesto y vil"). No sería la primera vez que la obra de un maltratador o de un enfermo mental alcanza la cumbre literaria, pues como dijo Séneca, "no existe ningún gran genio sin un toque de demencia". Suele darse, en estos casos, que es en su creación literaria o artística donde el genio proyecta su verdadera lucidez. Esa es la finalidad del arte, dar apariencia a la esencia secreta de las cosas (Aristóteles). Y en CUORE, Edmondo de Amicis consigue mostrarnos la forma más pura del alma humana.
 








Fuentes:

-De Amicis, Edmondo: CUORE. Alianza Editorial. Madrid, 2003. 


----------------------------------------------------------------




Noelia Mª Rodríguez Padilla.

domingo, 11 de marzo de 2018

EN MEMORIA DEL PEQUEÑO GABRIEL CRUZ RAMÍREZ: DESCANSA EN PAZ, QUERIDO "PESCAITO".


"Pero el niño es sagrado. La vida se sacraliza en los niños, tiene su instante celeste y único en la carne dorada del hijo. Hay una acumulación de pureza, una aglomeración de tiempo y presente en el cuerpo desnudo del niño, en su vida desnuda, una decantación de la luz y de la palabra, y por eso la vida es sacrílega cuando profana al niño, cuando atenta contra él. La vida es suicida y necia cuando se encarniza contra el niño, se niega a sí misma, y el mal de los niños tiene todo el horror de una profanación. Un niño enfermo es una blasfemia que profiere la vida. Por el mal de los niños descubrimos que "la vida no es noble, ni buena, ni sagrada". Descubrimos lo que la vida tiene de alimaña ciega, de cebarse en sí misma. Casi todos los movimientos del universo son estúpidos, y el atentado contra la vida del niño es una destrucción de la única sacralidad de la existencia."

Francisco Umbral. Mortal y Rosa (1975).

------------------------------------------------------------------------



























Noelia Mª Rodríguez Padilla.